Este edificio forma parte del catálgo y data de principios de siglo XX. | ESTER REQUENA

Vila ha comenzado a examinar el estado de los inmuebles de la zona del ensanche cuando hasta el momento sólo lo hacía en el casco histórico.

Los edificios inspeccionados pertenecen al Catálogo Municipal de Patrimonio, incluido en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Se trata de un registro que incluye más de 30 edificaciones con valor histórico, entre las que cuentan Can Ventosa y el Hotel Montesol, de principios del siglo XX, viviendas del barrio de sa Capelleta, construcciones como el hotel es Viver, de la década del 50, y una treintena de casas payesas. Uno de los primeros inmuebles en recibir una orden para la reparación de su fachada y balcones está ubicado en Ignasi Wallis (en la imagen), y tiene una «arquitectura ecléctica historicista representativa de principios de siglo XX en la ciudad», indica el catálogo.

Según explicó el concejal de Vivienda y Núcleo Histórico, Marc Costa, el objetivo es revisar «esos edificios que están fuera del casco histórico pero que también son patrimonio». «Le estamos dando un repaso a los inmuebles catalogados que forman parte del paisaje del resto de la ciudad», destacó, y remarcó que «parece que la mayoría de los edificios están bien».

Por otra parte, en lo respecta a los barrios del núcleo histórico, Costa explicó que ya se han incoado 73 expedientes para reparaciones de fachadas, balcones, bajantes, ornato y seguridad, así como otros 18 expedientes de ruina. Asimismo, indicó que de los edificios en ruina, siete «se están reedificando». «Lo que estamos haciendo es intentar dar cumplimiento a la ordenanza de conservación de los edificios que aprobamos en 2008», destacó sobre esta normativa que obliga a los propietarios a mantener sus viviendas «en condiciones de seguridad y decoro».

Más de la mitad de los propietarios cumplen

Según el concejal de Núcleo Histórico, Marc Costa, de los 73 expedientes abiertos a propietarios para el arreglo de fachadas «hay un grado de cumplimiento importante», ya que un 57% ha accedido a realizar sus propias reparaciones. «El resto lo dejamos en fase de ejecución subsidiaria», afirmó, y detalló que en 2009 el Ayuntamiento tuvo que hacerse cargo de siete arreglos de fachadas y balcones que tuvieron un coste medio de 12.000 euros para el municipio. Sin embargo, Costa recordó que después se cobrará el importe a los propietarios.