El GEN-GOB Eivissa emitió ayer un comunicado en el que cataloga de «estrepitoso fracaso» la política territorial en la isla de Eivissa tanto por parte del PSOE como por parte del PP. Para los ecologistas, los partidos están «supeditando la gestión territorial al electoralismo de un modo irresponsable en detrimento del interés general».
Para ilustrar sus duras críticas, la junta directiva del GEN-GOB señala a la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Sant Josep, que, según señalan, «tres años después de que se iniciaran los trámites para modificar las normas subsidiarias (NN SS), el Ayuntamiento de este municipio es incapaz de prever cuando aprobará la nueva normativa».
De todos modos, aunque desde el GEN-GOB se critica a los ayuntamientos, cuatro de los cuales siguen sin aprobar «la modificación de su obsoleta normativa urbanística», recuerdan que la ley concede una responsabilidad subsidiaria al Consell d'Eivissa. Esta institución, apuntan, tiene la obligación de hacer cumplir el vigente Plan Territorial Insular (PTI), para lo cual cuenta con un plazo de dos años desde su aprobación definitiva, la cual tuvo lugar en 2005.
Alianza
Para el GEN-GOB, Consell y ayuntamientos «parecen haberse aliado para mantener congelada la renovación de sus planeamientos urbanísticos». Dicha congelación respondería, en su opinión, al hecho de que las instituciones «esperan una rebaja en la proteccón etrritorial antes de aprobar las normativas municipales».
En el caso de Sant Antoni, los ecologistas consideran que el Consistorio debe «olvidar cualquier esperanza recalificadora de ses Variades y actuar según lo que dictan las sentencias, que confirman el carácter rústico de este terreno», frenando así «las ansias urbanizadoras del alcalde, José Sala».

«El Consell ha renunciado a su anunciado cambio de política territorial»
En el documento remitido ayer a los medios, el GEN-GOB califica de «lamentable y penosa» la decisión del Consell de abortar el nuevo PTE, lo que demostraría, según su argumentación, que el equipo de gobierno «sencillamente ha decidido renunciar al cambio de política territorial que había anunciado, traicionando sus promesas y perdiendo la última oportunidad que probablemente tenía Eivissa para redigirigi su rumbo territorial».