El Ayuntamiento de Vila aprobó ayer en su sesión plenaria el inicio del expediente de expropiación de más de medio centenar de casas ubicadas en la zona «más conflictiva» de sa Penya, según indicó el concejal de Vivienda y Núcleo Histórico, Marc Costa. Por estas expropiaciones, que ya han sido notificadas, el Consistorio prevé pagar cerca de 3,5 millones de euros, entre 1.800 y 1.900 euros por metro cuadrado.
Costa explicó que el proceso de notificación ha sido «muy escrupuloso» y resaltó que de las 14 familias y unas 54 personas identificadas sólo se han encontrado dos propietarios y dos arrendatarios con contrato. «El resto se encuentran en una situación irregular de ocupación y por eso los departamentos de Urbanismo y Bienestar Social vamos de la mano para buscar soluciones», explicó el concejal. De hecho, muchas de las familias residentes en estas viviendas ya son usuarias del departamento de Bienestar Social, relató Costa.
En cuanto a las personas que ocupan estas viviendas, el concejal de Vivienda y Núcleo Histórico apuntó que en algún momento se producirá la «efectiva ocupación», por lo que previamente «se irá anunciando con el tiempo suficiente para que se puedan ir preparando y que el Ayuntamiento tome posesión». Ese momento está previsto que tenga lugar en los meses de marzo o abril, una vez que finalice el expediente de expropiación.
La ocupación de estas viviendas, muchas de las cuales no superan los 30 metros cuadrados y no tienen servicio, tiene como objetivo «dar un impulso social y vecinal a esta zona». Para ello, el Ayuntamiento tiene previsto la construcción de un centro cívico así como 14 viviendas de protección oficial y mejorar la accesibilidad de la zona.
Críticas al Cetis
Otro de los temas tratados en el pleno fue la situación actual del edificio Cetis. La portavoz del PP, Virtudes Marí, criticó la gestión del Ayuntamiento calificándola de «negligencia total» al considerar que después de tantos años no esté en funcionamiento la estación de autobuses: «El objetivo del concurso era la construcción de la estación de autobuses, un servicio muy importante para los ciudadanos; todo lo demás son añadidos». Asimismo, Marí también criticó que el Consistorio esté pagando unas cuotas mensuales para la cesión de uso de la Torres 2 sin poder usar las instalaciones. El teniente de alcalde, Santiago Pizarro, respondió a todas estas cuestiones aseguran que en la Torre 2, futura sede municipal, ya se ha finalizado el proyecto de cableado informático y está pendiente de la firma del contrato de mobiliario. La Torre 1, por su parte, está pendiente de las obras para adecuar el edificio a los requerimientos concretos de la Policía Local, mientras que el resto de torres están a la espera del certificado de final de obra municipal. La estación de autobuses, por su parte, también están pendientes del certificado de final de obra del Ayuntamiento, y el aparcamiento, a la espera de las reparaciones que se deben hacer en la planta inferior.
Sa Bodega
El concejal de Urbanismo, Vicent Torres, señaló que las obras del Colegio de sa Bodega están a punto de inicarse. La responsable del departamento de Educación, Irantzu Fernández, indicó que el hecho de que aún existan dos aulas en el Colegio de Can Misses apuntaladas es responsabilidad de la Conselleria balear d'Educació y no del Ayuntamiento.
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