C. R.
Fiscalía ha pedido cinco años y seis meses de prisión y una multa de 116.100 euros para F. S. M. y F. C. P, propietarios del establecimiento Coastline de Sant Antoni por un delito contra el medio ambiente en su modalidad de contaminación acústica con grave riesgo para la salud, con los agravantes de «clandestinidad y desobediencia» a las órdenes de las autoridades, además de incurrir en once faltas de lesiones. Solicita asimismo una inhabilitación especial para cualquier actividad relacionada con establecimientos de ocio. También pide la disolución de Baroque Affairs, S. L., propietaria del Coastline, y la clausura del establecimiento por cuatro años.
Ambos acusados, solidariamente, y Baroque Affairs S. L., subsidiariamente, deberán indemnizar a cada afectado con 20.000 euros por los perjuicios físicos o psíquicos sufridos; asimismo, se indemnizará a cada uno de ellos o a la comunidad de propietarios del edificio Catamarán, en cuyos bajos se sitúa el Coastline, en la cantidad que se fije en la ejecución de la sentencia por los gastos derivados de la contratación de técnicos para probar los hechos.
Fianza
El Ministerio Público también solicita la entrega de 1,5 millones de fianza que tendrán aportar los acusados y Baroque Affairs (500.000 cada uno).
El juez ya ha decretado la apertura de juicio oral contra los dos acusados, para el que el fiscal pide que declaren como testigos los vecinos y los policías locales que intervinieron en los expedientes que abrió el Ayuntamiento.
Según el fiscal, las emisiones sonoras de este establecimiento causaron «importantes deterioros» en el bienestar físico y mental de los vecinos, causados por los equipos y altavoces musicales, espectáculos priotécnicos, pitos y timbales, además de algarabías y abucheos. Un volumen de sonido que «excedía los máximos permitidos por las diferentes normas que regulan esta materia». No sólo la música causó problemas, también lo hizo la maquinaria existente en la cocina y en los anexos del establecimiento, «lo que era conocido por los acusados», que habían sido advertidos por los vecinos.
Sólo en interior
Según Fiscalía, Coastline tenía licencia de apertura y funcionamiento desde el 1 de julio de 2002 para ejercer actividad de restaurante y café concierto, pero con la condición de ejecutar la actividad musical «dentro del local, con sus puertas y ventanas cerradas». Además, debían cumplir con condiciones de aislamiento.
El ministerio fiscal denuncia que Baroque Affairs no tenía autorización para llevar a cabo actividades fuera del establecimiento. Esta situación se produjo hasta en 33 ocasiones, según Fiscalía, con música estridente en el exterior, grupos musicales con timbales, bailarinas e incluso espectáculos pirotécnicos. Ambos acusados «eran absolutamente conocedores de los padecimientos» de los vecinos porque así se lo habían comunicado ellos mismos, el Ayuntamiento y la Policía Local. Además, se instruyeron varios expedientes de infracción. Según Fiscalía, los acusados también desoyeron un auto del Juzgado para que no instalaran fuentes de sonido en el exterior.
Fiscalía pide el cierre del Coastline y cinco años de prisión para sus dueños
Solicita 1,5 millones de fianza por un delito de contaminación acústica
26/09/10 0:00
También en Pitiusas
- La bebida que cada vez se bebe menos y ayuda a reducir el colesterol
- «No sé si será el club más grande del mundo, pero sí el más espectacular»
- Diez décimos del tercer premio reparten en Ibiza medio millón de euros
- Lo que tú digas, Pepe
- ¿Qué supermercados están abiertos este domingo 22 de diciembre en Ibiza?
5 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
soy consciente de que no es una practica muy usual pero os agradeceria enormemente que me reenviarais mi comentario a mi email, ya que como lo habeis quitado lo he perdido, muchas gracias
Ojalá la Fiscalía se preocupara tanto de los políticos corruptos que son los que están hundiendo la isla. Al parecer no tiene tanto interés en "atrapar" a pep sala y a sus secuaces.
Todavía es pronto para cantar victoria, falta saber lo que dirá el juez, y con éstos pocas veces se sabe.
Un poco de justicia viene bien. Así aparecemos los invisibles, los habitantes de esta isla que no encajamos en la imagen de marca de las discotecas. Con el juicio al "rey del mambo" y éste, a lo mejor algunos recuerdan lo de cuando las barbas del vecino veas cortar...y nos dejan dormir tranquilos! Bien!
¡BRAVO! Si señor, es lo que toca, al final, si DIOS quiere y la autoridad no lo impide, conseguiremos hacer un pueblo decente de esta villa enloquecida que es San Antonio.