El president del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, y el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, bajan del helicóptero en el que ayer por la mañana hicieron un vuelo de reconocimiento de la zona.

El delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, ha asegurado que los indicios de los que hasta hoy dispone la Guardia Civil sobre el origen del incendio que ha arrasado 350 hectáreas en Benirras, al norte de Ibiza, no son «suficientes para otorgar la autoría a nadie».

Socías ha pedido «que se deje trabajar a los investigadores» del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del instituto armado, cuya principal hipótesis es que el fuego comenzó por una negligencia en el entorno de una cueva habitada situada en las proximidades de Cala Banirras, aunque no descartan otras posibilidades.

El delegado del Gobierno ha lamentado las informaciones que apuntaban directamente a las moradoras de la cueva como causantes del incendio que se declaró el pasado domingo.

«Si ponemos una marca encima de unas personas en concreto y luego resulta que no son, a lo mejor estamos perjudicando el poder encontrar a los verdaderos culpables de que se originase el fuego», ha manifestado.

Respecto a las consecuencias que podría tener su conducta para el presumible autor de la negligencia que investiga la Guardia Civil, Socías ha indicado que «serán los jueces quienes lo determinarán», pero ha recordado que «hay imprudencias que pueden ser consideradas incluso criminales».

Por otro lado, ha expresado su sorpresa por las críticas de Antoni Marí, alcalde de Sant Joan, el municipio donde se produjo el incendio, y ha recordado que si consideraba que las fiestas que congregan a cientos de personas en Cala Benirras eran peligrosas para el entorno protegido tenía en su mano adoptar medidas para impedirlas.

«Con una ordenanza municipal puede decidir qué es lo que deja hacer y lo qué no deja hacer», ha incidido Socías, para quien hay toda «una escala administrativa» que puede regular las concentraciones si se llega a la conclusión de que la «presión humana» supone un riesgo para un determinado espacio natu

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El president del Govern, Francesc Antich, matizó ayer las aseveraciones que anteayer formuló el conseller balear de Medi Ambient, Gabriel Vicens, que dijo que el fuego se originó «en una cueva por una negligencia». Ayer por la mañana Antich dijo que dos técnicos de la Conselleria balear de Medi Ambient han encontrado «indicios» de que tal vez el fuego pudiera originarse «al lado» de esta cueva, habitada por un grupo de hippies.

Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears, confirmaron ayer que, después de hablar con las personas que viven en la cueva no se han producido detenciones ni imputaciones, aunque se valora como hipótesis que el fuego se originara en los alrededores de esta pequeña cavidad, muy cerca de la cual había una hilera de decenas de coches estacionados.

En cualquier caso, los especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil descartan la intencionalidad. Esta cueva, situada muy cerca del cruce de la carretera que enlaza Benirràs y el Port de Sant Miquel, no fue arrasada por el fuego. De hecho, está intocada, aunque en ella hay un fogón sobre el que está colocada una parrilla.

Más hipótesis

Hasta ahora la única hipótesis era que el fuego se originara en uno de estos coches que, con el freno de mano roto por efecto del fuego, se desplazara marcha atrás expandiendo las llamas. De hecho, uno de los más de 20 vehículos calcinados, dejó señales que podrían apuntar en esa dirección.

No obstante, ambas hipótesis resultan compatibles, como apuntaron diversas fuentes, ya que el fuego podría haberse originado por una negligencia cerca de la cueva y haber prendido en uno de los coches y que éste a su vez prendiera fuego a los que tenía al lado.

El anuncio del conseller Vicens fue calificado de «precipitado» desde diversos ámbitos. Se consideró que, con el incendio aún activo, es muy pronto para establecer conclusiones tan contundentes y sin matices.

De hecho, la directora insular de la Administración del Estado en las Pitiüses, Sofía Hernanz, asumió una postura prudente y anunció que no se revelarían detalles de la investigación hasta que ésta no tuviera conclusiones fiables que ofrecer.

Los informes de los dos técnicos de la Conselleria balear de Medi Ambient a los que ayer aludió Antich y que,

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