Tres asociaciones que trabajan con niños discapacitados, Apneef, Apfem y Aspanadif, en colaboración con Rotary Club que organiza una exposición benéfica para recaudar fondos, impulsan un proyecto dirigido para adolescentes con discapacidad denominado «Escuela de Transición a la Vida Adulta». A través de esta iniciativa lo que se trata es de ofrecer recursos para los adolescentes que acaban sus estudios de escolarización obligatoria. Según los datos ofrecidos ayer, se calcula que unos 30 niños acaban Primaria y no se dispone de recursos para facilitarles la incorporación a la vida adulta. Según el psiquiatra y psicoterapeuta Juan Larbán, «unos 15 adolescentes se pueden beneficiar de este proyecto». «Cuando acaban la escuela la única opción que tienen, los que puedan, es asistir a un centro ocupacional», añadió Teresa Torres, presidenta de Aspanadif, que resaltó la importancia de las familias.
La escuela se desarrollará en la sede de Apfem, en el caso de que sean menos de diez adolescentes, y si aumenta se repartirán con el local que dispone Aspanadif.
El psiquiatra y psicoterapeuta Juan Larbán explicó que cuando acaban el proceso de escolarización «los jóvenes se encuentran en la calle, en terreno de nadie, la escuela ha cumplido su función; es un periodo de transición a la vida adulta que se considera un proceso normal pero para las personas con dificultades y sus familias es un problema grande». Advirtió de que «si no se les ayuda, la crisis que le provoca esa transición puede agravar más esa patología y que haga que alguno de los padres tenga que dejar de trabajar para atender al discapacitado».
Implicación institucional
Además de la recaudación obtenida en el acto de Rotary, consideran necesario que «las instituciones participen», dijo Larbán, que aseguró que hay un interés por parte de la consellera de Política Social, Patricia Abascal. Las asociaciones han pedido ayuda al Consell para llevar adelante este proyecto para el que necesitan 80.000 euros anuales sin contar los gastos de alquiler para la contratación de un psicólogo y monitores. «Dijeron que la crisis no afectaría a la labor social pero nos encontramos con muchas dificultades para mantener los compromisos adquiridos y para nuevos proyectos. Es una lucha titánica pero tienen que mojarse», añadió. Lamentó, además, que «las asociaciones estén demasiado dispersas, fragmentadas y descoordinadas en Eivissa y Formentera. Eso supone una duplicidad de recursos y una serie de voces a escuchar que a la hora de que nos hagan caso la administración, es una pérdida de fuerza y energía. Unidos conseguiríamos muchas más cosas. Hay miedo a perder la identidad y protagonismo. Esa es la razón por la que no se ha desarrollado una fundación de ayuda para la discapacidad». Irene Escandell, presidenta de Apfem, aseguró que «gracias a este proyecto nos unimos tres colectivos» ya que su intención es agrupar a todas las asociaciones de discapacitados para hacer un trabajo conjunto.
La presidenta de Rotary Club Ibiza, Yolanda Andreoli, destacó que «es un orgullo que podamos apoyar esta iniciativa; la escuela de transición de la vida adulta es uno de los proyectos estrella de nuestro año». De hecho, comentó que la donación de cuadros de la pintora Sylvie Lerat «es la base económica del proyecto para la formación personal, social y laboral de todos los jóvenes».
Desarrollo personal, laboral y social
El proyecto consiste en el desarrollo de unas actividades formativas para preparar a los adolescentes de 16 a 20 años para su vida adulta y aumentar la autonomía de los adolescentes con discapacidad o trastornos del desarrollo trabajando los ámbitos personal, laboral y social realizando talleres grupales y tutorías individuales. Su duración será anual y se calcula que coincida con el inicio del curso escolar. Irene Escandell, presidenta de Apfem, lamentó que «durante mucho tiempo se ha querido ignorar los problemas psiquiátricos de los niños y los adolescentes; ya es hora que las instituciones empiecen a asumir su responsabilidad». Toñi Cardona, presidenta de Apneeff, señaló que este «es un proyecto muy bonito; llevamos muchos años centrándonos en la atención temprana pero los niños se hacen mayores y vemos que nuestros programas no abarcan este tipo de niños».
Donación de cuadros de la pintora Sylvie Lerat para recaudar 20.000 euros
La pintora francesa Sylvie Lerat colabora con este proyecto a través de la exposición benéfica que inaugura el próximo viernes, día 6, en la sala Ebusus de Eivissa. Eladio Merino, socio fundador del Rotary club, recordó ayer que la colaboración con Lerat se remonta a 1994 cuando el pediatra era presidenta de Unicef y pidió la colaboración de pintores para hacer una exposición a beneficio de Ruanda y una de las que participó fue esta pintora francesa. «A raíz de entonces surgió una amistad y nació el deseo de hacer algo para los niños, porque ella tuvo un hijo y murió a los 19 años», explicó. De este modo surgió este proyecto a los tres colectivos sociales. La artista dona 34 cuadros entre oleos y acuarelas cuyo precio de venta ronda entre los 250 euros y 1.800 euros con lo que se pretende recaudar 20.000 euros.
1 comentario
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La situación no es exactamente ésta. Los niños y niñas que acaban la escolarización primaria pueden pasar perfectamente a los centros de secundaria donde se les sigue atendiendo según sus necesidades. De esta manera los más capacitados pueden ser escolarizados en aulas ordinarias en modalidad de integración, y los que presentan necesidades más específicas son atendidos en UECPs, es decir, aulas de educación especial donde el currículum tiene como base fundamental la transición a la vida adulta. En estas aulas pueden estar hasta los 18 años, según legislación balear, y hasta los 21, según legislación nacional. Estas tres asociaciones hacen una gran labor, pero sería necesaria una coordinación y una colaboración con el sistema educativo que es, hoy en día, inexistente, incluso me atrevería a decir que se ponen trabas para que esta acción conjunta se haga realidad. Por eso, pido desde aquí más diálogo entre asociaciones y centros educativos, para facilitar la vida, ya de por sí difícil, de las personas con discapacidades y sus familias.