El Consell alerta de cuatro plagas que afectan los cultivos de Eivissa

En este sentido, Pablos comentó que actualmente los cultivos de Eivissa se encuentran amenazados por cuatro plagas que afectan a las palmeras (el picudo rojo), al tomate (la 'tuta absoluta'), a los frutales (la mosca de la fruta) y a la aceituna (la mosca del olivo o 'bactrocera oleade'). La 'tuta absoluta' es una de las «más importantes desde el punto de vista económico porque el tomate es uno de los cultivos fundamentales de la huerta ibicenca», aseguró. Asimismo, indicó que en el caso de la mosca del olivo, a pesar de ser una epidemia «de toda la vida», actualmente tiene una gran relevancia, «ya que el olivo no se encontraba como cultivo comercial o de importancia económica, nunca había estado tan extendido». Pablos señaló que esta epidemia se encuentra en el campo de forma permanente y provoca que la aceituna se convierta en inviable para su aprovechamiento futuro.

Por otro lado, destacó que la mosca de la fruta que afecta a todos los frutales, y en especial a los cítricos, «ha hecho mucho daño en Eivissa porque la Isla es el sistema ecológico perfectos para el desarrollo de esta epidemia» y, de hecho, también se le conoce como la mosca del Mediterráneo. «Aquí tiene muchas generaciones y actúa contra todos los cultivos de frutas cítricas y es casi imposible acabar con ella, lo único que se puede hacer es disminuir las poblaciones y controlar los huertos que tienen cierta importancia económica», apuntó el técnico del Consell.

Por último, y en relación al picudo rojo, Javier Pablos anunció que desde noviembre existe un foco muy intenso entre Jesús y Can Furnet, que ha obligado a destruir medio centenar de palmeras, «pero en total son ocho los focos distribuidos en toda la Isla». Por ello, señaló que actualmente no se puede podar esta especie por estar en un «periodo de riesgo».

«Si la epidemia del picudo rojo se escapa un poco no podremos controlarla»

El responsable de los proyectos de seguimiento y control de plagas del Consell d'Eivissa señaló que las medidas que se están tomando hasta ahora por parte de la máxima institución son suficientes para controlar la epidemia del picudo rojo, aunque advirtió de que «si se escapa un poco, desde el Consell no vamos a ser capaces de controlarlo, ya que cada destrucción cuesta un dinero y tenemos un presupuesto limitado». Por ello señaló que los ayuntamientos deberían apoyar más el trabajo que se está haciendo desde la máxima institución y apuntó a la concienciación de las personas del campo para intentar paliar las epidemias.