El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, Agustinet, reclamó ayer una solución para las grandes extensiones de suelo de Cala Tarida y Platja d'en Bossa ya construidas que tienen que ser declaradas como suelo rústico protegido en virtud de una sentencia.

Marí Ribas recordó que esto afecta a numerosos hoteles de final de Platja d'en Bossa (a partir del Don Toni hasta el final de la playa) y a dos grandes hoteles de Cala Tarida y a numerosos apartamentos y viviendas de esta zona. De hecho, aseguró que en Cala Tarida hay afectadas unas 2.000 plazas hoteleras por este problema, ya que la zona rústica comprende hoteles como el Tarida Beach y todos los apartamentos situados detrás de la playa.

En las Normas Subsidiarias el Ayuntamiento ha dejado estas zonas sin clasificar a la espera de lo que diga el nuevo Plan Territorial Insular (PTI). Marí Ribas insistió en que estos suelos deben ser urbanos porque ya están completamente construidos. Desde el Ayuntamiento quieren que el Govern elabore una ley para arreglar este problema, porque tienen miedo a que les pidan indemnizaciones.

Esta sentencia también afecta a un urbanizable de Port des Torrent, donde el Ayuntamiento pretendía dejar urbanizar en un extremo y conseguir suelo público para hacer un gran parque de 90.000 metros cuadrados. Sin embargo, han tenido que renunciar a ello en aplicación de la sentencia. «En este caso sí que tiene más sentido que sea rústico, aunque nos hubiera gustado más hacer un parque», resaltó el alcalde.

El conseller insular de Política Territorial, Miquel Ramon, aseguró ayer que es totalmente contrario a la aprobación de una ley a medida para arreglar este problema porque indicó que este tipo de leyes, además de ser «inmorales políticamente» no sirven «para nada» porque ya existen los ejemplos previos de la 'amnistía Cretu' o la que se aprobó para legalizar estos mismos urbanizables. Sí que se mostró a favor de que se pueda incluir alguna solución en la ley del suelo, que se está debatiendo y que podría introducir alguna compensación de los propietarios, como cesión de suelo.

Ramon aseguró que actualmente la mayoría del equipo de gobierno del Consell opina igual, porque están en contra de «tratos de favor». «Dentro del debate de la ley del suelo este tema está sobre la mesa», aseguró el conseller, que confió en que este problema no afecte al plan de renovación turística de Platja d'en Bossa. Al contrario que el Ayuntamiento, Ramon cree que los hoteles afectados sí que pueden acometer mejoras, pero nunca ampliaciones. «No se pueden hacer nuevos edificios, pero sí arreglar la zona, aunque con dificultades añadidas».

El alcalde y el concejal de Urbanisme se mostraron ayer muy molestos con las críticas del GEN, que arremetió contra la intención del Ayuntamiento de dejar urbanizar un espacio al Grupo Matutes a cambio de conseguir que los terrenos del golf sean suelo público y, por tanto, del Ayuntamiento.

Prats recordó que con esta operación se consiguen más de medio millón de metros cuadrados y recordó que este suelo de los Matutes ya era urbano en 2008. De esta forma, se podrá edificar al lado del hipódromo en una zona que ya se podía construir en la anterior versión de las normas. En este suelo no se podrán levantar viviendas, sino que son terrenos dotacionales en los que como mucho se podrá hacer un centro de convenciones, oficinas o un centro de investigación «ya que se quieren hacer cosas emblemáticas en Platja d'en Bossa». No se pueden construir viviendas porque está dentro de la huella sonora del aeropuerto.

El alcalde indicó que el GEN «se equivoca» y remarcó que los planos se han hecho en el Ayuntamiento. «¿Qué insinúan, qué son estas tonterías?», dijo el alcalde que aseguró que parece que «aquí vale todo».