La comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PE) decidió ayer cerrar el expediente abierto por las denuncias presentadas por el impacto ambiental de la construcción de autovías en Eivissa. Las denuncias, defendidas por los socialistas, apuntaban al hecho de que se hubieran dividido en tres fases las obras de manera que se pudieron presentar estudios de impacto ambiental de «bajo nivel» y eludir la normativa en materia de hábitat y medio ambiente, así como de competencia.

Al disgregar el proyecto, el Ejecutivo autonómico que en aquel momento presidía Jaume Matas habría sobrepasado el umbral de licitación de la Unión Europea, según dijo en su día la eurodiputada socialista por Hungría y miembro de la Comisión de Transporte del PE, Zita Gurmai.

Esto, según Gurmai, se debía a que no habían podido concurrir a la adjudicación de estas obras las empresas de ámbito comunitario ni haber tenido que publicarla en el Boletín de la Unión Europea. Sin embargo, el Parlamento Europeo ha decidido cerrar el caso.

Mayo de 2006

La resolución llega tres años y medio después de que, en mayo de 2006, se presentaran dos preguntas a la Comisión Europea para que se pronunciase sobre esas actuaciones.

Según apuntaron entonces las eurodiputadas Teresa Riera y Rosa Miguélez, aunque los proyectos afectaban a Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), no existía análisis de fauna y flora afectada ni estudio de impacto ambiental.

Miguélez aseguró que «hay cuestiones que podrían entrar en las competencias de los organismos que se ocupan de las finanzas públicas porque se podría estar incumpliendo la normativa relativa a contratos de obra pública ya que, por su elevado montante, tendrían que haber pasado por una licitación europea».