Noviembre se cerró en las Pitiüses con 11.760 personas inscritas como demandantes de empleo en las listas del Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB), la cifra más elevadas de las que se tiene constancia. Este dato supera en 1.200 personas el registro de octubre y en cerca de 2.000 desempleados el de 12 meses antes.

Entraba dentro de todas las previsiones que el dato de paro registrado en noviembre fuera malo teniendo en cuenta que mucho personal de los hoteles finaliza sus contratos en dicho mes, cuando se acaban los trabajos de limpieza, cierre y preparación para el invierno de los establecimientos. Pero que uno de cada 11 pitiusos (atendiendo a los últimos datos publicados del padrón) no tenga trabajo en el primer mes fuera de la temporada es un negro panorama que pocos se esperaban.

El sector hostelero explica la mitad de este incremento intermensual (665 parados más hasta casi los 3.800). El resto obedece, casi en exclusiva, a los otros dos subsectores que conforman el sector servicios. El personal de comercio desempleado ha crecido en unas 300 personas y ya supone unos 1.700 parados. Las otras actividades del terciario han registrado unos 430 parados más y ya suman 3.160.

En este caso, la justificación del incremento basada en el fin de la temporada se ve complementada por quienes han intentado ganar lo máximo durante el verano antes de echar el cierre definitivamente; no hace falta más que ver la gran cantidad de locales con el cartel de 'se vende', 'se alquila' o 'se traspasa'.

Entre tanto nubarrón resulta difícil ver ningún rayo de esperanza. El ligero descenso del número de parados (apenas un 1,9%) en el sector de la construcción más que rayo es un simple fulgor bastante mortecino teniendo en cuenta que en noviembre ya se han levantado las prohibiciones de desarrollar obras en las proximidades de hoteles, vigentes en la mayoría de municipios pitiusos.

La reducción de las listas de parados en este ramo no alcanza el medio centenar al tiempo que el total de desempleados todavía es de 2.425 personas.

Contratación

La situación del mercado laboral pitiuso presenta otro signo de debilidad preocupante. La contratación sigue siendo de carácter temporal en una proporción preocupante y, además, no deja de crecer respecto al pasado año.

En total, el pasado mes se rubricaron 2.717 acuerdos laborales, de los que 2.370 fueron eventuales y sólo 347 de carácter indefinido.

Echando un vistazo a los datos publicados en noviembre del pasado ejercicio, se aprecia que en aquel entonces se referenciaban 2.771 contratos. De estos, 2.342 eran temporales y el resto de empleo estable. En conclusión, en la actualidad se firma un total menor de contratos pero son más los que tienen duración limitada.

Los municipios de Vila y Sant Antoni son los que, proporcionalmente, han empeorado menos sus índices de paro respecto a octubre. En la ciudad de Ibiza se cerró noviembre con 4.826 parados, 312 más que un mes antes, lo que implica un incremento del 6,9%. En el caso de Portmany, el aumento es de un 9,3%, 174 personas más que en octubre, hasta alcanzar los 2.044 desempleados.

En sentido contrario destacan Sant Joan y Formentera, aunque por su moderado peso relativo en las listas del paro (348 y 610 desempleados), los incrementos del 20% (60 y 105 personas, respectivamente) no son tan considerables. Resulta más preocupante, en cambio, la situación de Sant Josep y, especialmente, de Santa Eulària. El municipio josepí ha sumado 192 parados, un 14,66% más, y se sitúa en 1.500 desempleados. En el caso de Santa Eulària se alcanzan ya los 2.431 tras crecer en 355 en sólo 30 días, un 17,1% más.

La consellera de Treballa, Joana Barceló, rebajó la previsión de parados en Balears para el cierre del año, y pronosticó que no se alcanzará los 95.000 desempleados que su departamento barajaba tan sólo un mes atrás. Atribuyó el incremento de un 10,1% del paro intermensual en noviembre, con 8.269 paradoshasta los 89.952, a la temporalidad que, según destacó, este año ha sido «más fuerte» que en ejercicios pasados.