Si la Conselleria de Medi Ambiente, AENA y el Consell d'Eivissa habían enterrado el proyecto del golf de Platja d'en Bossa de Empresas Matutes a base de informes desfavorables, el Ayuntamiento de Sant Josep lo ha terminado de sepultar.

 

El Consistorio quiere convertir toda la zona ubicada al sur de Sant Jordi y Platja d'en Bossa en un área de uso público y así lo ha delimitado en sus nuevas normas subsidiarias. Un espacio de 490.000 m2 repartido entre suelo rústico y rústico protegido perteneciente a la zona periférica del Parque Natural de ses Salines, o lo que es lo mismo, los terrenos donde Empresas Matutes quería construir el campo de golf.

 

El alcalde Josep Marí Ribas Agustinet y el concejal de Urbanismo, Josep Antoni Prats presentaron ayer este «cambio sustancial» y «atrevido».

 

Según Prats, a estos terrenos se sumará también una gran zona verde de 83.600 m2 para «ligar el espacio libre, prácticamente, con el centro de Platja d'en Bossa».

 

De esta forma, se suma un total de 573.000 m2 de zona verde y pública que, por un lado, «garantizará un gran espacio para todos», según Agustinet, y por otro, «elimina el proyecto que estaba previsto» y la posibilidad de que los 160.000 m2 de suelo rústico que iban a formar parte del golf «puedan ser calificados como urbanos o urbanizables con un cambio de normativa», destacó Prats. «Nuestra idea es cerrar esta discusión y si (el terreno) es nuestro no podrán hacer lo que quieran», agregó.

 

Las cesiones de terreno

Sant Josep prevé lograr toda esta cantidad de suelo a través de las cesiones de terreno que deben hacer los particulares (mayoritarimente uno, Matutes) para edificar. Para ello, según explicó Prats, la futura área de uso público se vincula urbanísticamente a 80.000 m2 de suelo donde ya había previsto desarrollo urbanístico y que se ubica junto al Hipódromo de Sant Jordi. Allí se proyecta suelo para dotación equipamiento privado, como pueden ser empresas, y el Consell también quiere crear algún tipo de infraestructura especial o emblemática. Asimismo, también se ha delimitado otra zona comercial más cercana al centro de Platja d'en Bossa. Ambos espacios, afectados por la huella sonora de los aviones, no pueden ser destinados a viviendas.

 

El caso será que cada vez que un propietario quiera construir en esta zona deberá ceder «de forma obligatoria» solares en el área delimitada para uso público. «Es una cesión muy grande, pero si quieren desarrollar este espacio (el comercial o de equipamiento) tendrán que ceder algo a cambio», destacó el concejal. Así, toda el área destinada a uso público pasará a ser municipal.

 

Una zona para «pasear»

Según el concejal Prats, «un pequeño desarrollo urbanístico a cambio de este gran espacio público», permitirá que «toda la zona periférica del Parque Natural de ses Salines pueda ser gestionada públicamente para controlar los valores naturales y etnológicos de la zona». La idea final es, según Agustinet, «que todo el mundo pueda pasar por allí y visitarlo». «Se podrá hacer un lugar para pasear, ajardinarlo, ponerle plantas autóctonas», destacó el alcalde, sobre los proyectos de futuro para esta zona.