El Govern anunció ayer que ha aprobado un Decreto Ley en el se autoriza el planeamiento urbanístico general de Formentera para que, con informe previo favorable de la Comisión de Patrimonio, efectúe una nueva delimitación de los conjuntos históricos de la isla declarados Bien de Interés Cultural (BIC), los referidos al entorno de las iglesias de Sant Francesc, Sant Ferran y el Pilar de la Mola.

La disposición del Ejecutivo indica que «el planteamiento habrá de definir los respectivos entornos de protección y establecer la ordenación de los mismos» y señala que la finalidad última es «no paralizar la tramitación del Plan Territorial Insular, PTI, teniendo en cuenta que pronto acaba la suspensión de licencias si no se lleva a cabo la aprobación inicial».

El conseller d'Urbanisme, Bartomeu Escandell, mostró ayer su satisfacción por la medida que permite que la aprobación inicial de las nuevas Normas Subsidiarias, prevista para el pleno del próximo día 10 de diciembre, pueda llevarse a cabo sin problemas.

Redefinición

La decisión permite redefinir los conjuntos históricos «para adaptarlos a la realidad física de los pueblos manteniendo la figura de conjunto histórico; es decir, no se pasa de conjunto a monumento, sino que se sigue protegiendo igual», apuntó.

«Lo que se consideraba como conjunto histórico estricto queda limitado a los elementos que tienen valor arquitectónico en las inmediaciones de las iglesias, dentro de un perímetro más real y no el de una línea trazada con compás en un radio de 250 metros de las puertas de las iglesias», amplió Escandell.

El área de los 250 metros de radio se mantiene en el sentido de que cualquier intervención tendrá que pasar por Patrimonio, que establecerá unos criterios estéticos, y «permitirá que el Plan Territorial Insular permita desarrollar los núcleos urbanos, compactando la edificación, permitiendo la construcción de vías de circunvalación y, en el caso de Sant Ferran, permitiendo construir una escuela pública, una escoleta y que puedan llevarse a cabo otras actuaciones», apuntó el conseller.

Para Escandell no tendría sentido quer se dejaran parcelas libres en los cascos urbanos creciendo fuera de los actuales núcleos, una circunstancia sin sentido desde la óptica y la realidad física de Formentera «se trata de adaptar los conjuntos históricos a la realidad».

El conseller insular d'Urbanisme, Bartomeu Escandell, desmintió ayer que esta medida adoptada por el Govern se trate de un caso de 'urbanismo a la carta' para permitir la permanencia del bloque comercial construido en Ca ses Castellones.

«En ese caso en concreto, nos encontramos ante una sentencia judicial firme y el Consell está cumpliendo escrupulosamente los pasos administrativos marcados por los tribunales relativos al proceso previsto en dicha sentencia», declaró el conseller de Urbanisme.