La entrada a Santa Eulària, la calle Margarita Ankerman, Ca na Negreta, los núcleos urbanos de Sant Carles y Jesús, y el polígono Can Bufí encabezan el ranking de las localizaciones más ruidosas de todo el municipio de Santa Eulària.

Así lo indica el prediagnóstico medioambiental encargado por el Ayuntamiento de Santa Eulària con motivo de la Agenda Local 21. Un estudio enfocado a dotar al Consistorio de herramientas para futuras decisiones no sólo medioambientales sino también urbanísticas, que se completa por estos días con reuniones en todas las parroquias a fin de sumar la opinión ciudadana.

En su apartado de contaminación acústica, el análisis elaborado por la empresa Duna Balears determina que en Santa Eulària, la fuente de ruido móvil más importante es el tráfico rodado, «siendo las vías más problemáticas las carreteras de la red primaria así como las que discurren por el interior de los pueblos». Rodaduras, posibles frenadas, pitidos, aparatos musicales funcionando a volumen excesivo y los tubos de escape de los ciclomotores, componen el concierto ruidoso, que también se combina con fuentes de ruidos fijas como las zonas industriales, comerciales, turísticas o relacionadas con el ocio.

Ca na Negreta, según el estudio, tiene «especial problemática» por combinar usos residenciales e industriales. Las mediciones sonométricas realizadas indican que alcanza los 78,40 decibelios de media entre las 8,00 y las 22.000 horas, superando con creces los 65 decibelios de máxima permitidos por la normativa municipal. Le sigue la calle Pedro Lacayo, en el polígono industrial Can Bufí, que también supera los 65 decibelios, aunque en este caso se trata de una localización de uso industrial.

La media de este polígono son 73,10, sólo un decibelio por encima del pueblo de Jesús, en la intersección de la PM 810-1 y la carretera de Cap Martinet, o lo que es lo mismo, el corazón del pueblo. Allí, el importante tráfico provoca que la esquina de la iglesia tenga un nivel de contaminación acústica de 72,50 decibelios, casi como el núcleo urbano de Santa Gertrudis, donde la media es de 72,20.

Más tráfico

El ranking de ruidos continúa, sobre todo, provocado por el tráfico rodado. Así es en la calle Sant Jaume de Santa Eulària (71,40 db), en la rotonda de entrada al núcleo urbano (69,20 db), en la calle Margarita Ankerman y Can Guasch (68,40 db), en la carretera de Cala LLonga (67,50 db) y en la calle Sant Vicent (67,20 db), que en el momento de la medición aún no era peatonal, por lo que su nivel de ruido podría haberse reducido en la actualidad.

Casi en el umbral de los 65 niveles máximos permitidos se encuentra el núcleo urbano de Sant Carles, con 66,5 decibelios de media, y la avenida de Es Canar, con 65, 10.

Según se detalla en el informe, estas mediciones fueron tomadas en verano de 2002 y en invierno de 2003, en horario diurno, «aunque sus resultados son extrapolables al momento actual» y, de hecho, sirven de plataforma para la auditoría interna medioambiental del municipio.

Según el estudio, las mediciones realizadas denotan que en horario nocturno el ruido baja, aunque en algunos casos, siguen superando los 60 decibelios permitidos por la normativa municipal vigente para el horario de noche. Este es el caso de la rotonda de acceso a Santa Eulària, con una media de 65,20 decibelios de media, y Ca na Negreta, con 66,90 decibelios de contaminación acústica nocturna. El centro de Jesús baja considerablemente hasta los 53,50 decibelios al igual que Puig d'en Valls, que llega a los 57,80 decibelios.

En el caso de las mediciones diurnas, los entornos que están dentro del límite de los 65 decibelios son la urbanización Siesta, la pequeña zona turística de es Figueral, el paseo marítimo y la calle ses Tanques, mientras que el resto de los puntos de muestreo superan esta cifra. Asimismo, el informe recuerda que en zonas turísticas aumentan los niveles sonoros en la época estival y recuerda que existe una problemático general de ruidos a nivel insular asociada a locales de ocio nocturno.

Cabe destacar que este análisis sobre el ruido está incorporado también a las nuevas normas urbanísticas del municipio, actualmente en tramitación.