El responsable de la Demarcación Territorial de Costas en Balears, Celestí Alomar, se reunió ayer en Eivissa con la consellera de Patrimoni, Margalida Marí, un encuentro tras el cual el representante del Ministerio de Medio Ambiente anunció que no habrán nuevos derribos de casetas varadero sin el aval de la institución insular sobre el nulo valor etnográfico de la zona donde se actúe. Se pretende evitar así que la contestación social que puedan generar estas demoliciones se base en un supuesto valor cultural de las edificaciones.

«Hemos quedado es que antes de hacer cualquier otra demolición se la comunicáremos al Consell, ya que está haciendo el trabajo de ver qué zonas tienen interés etnográfico, cultural o patrimonial, para coordinarnos», apuntó Alomar, quién explicó que en este momento existen cinco expedientes abiertos que contemplan la destrucción de este tipo de infraestructuras, «pero me parece que pueden estar dentro de una de estas zonas que en el futuro se puede determinar que precisan protección. Por tanto, iremos con cierta cautela y por eso, en este momento no vamos a actuar de forma inmediata», añadió.

Estudio de varias zonas

La consellera insular, por su parte, recordó que ya se ha completado un expediente de declaración de bien de interés etnográfico referente a sa Punta des Molí y «está en trámite otro que para las casetas de sa Caleta y se está estudiando la declaración (como bien protegido) de otros puntos de la costa ibicenca». Torres evitó especificar qué áreas se manejan desde el Consell, «para evitar que se diga que una se protege y otra no».

Respecto al acuerdo con Costas, la responsable patrimonial explicó que se trata de una medida «para no encontrarnos con hechos consumados». «Lo que se le pedía a Costas es que haya una comunicación más fluida. Nosotros trabajamos al ritmo que podemos sobre la protección de varios puntos pero lo que queremos es que, cuando haya algún expediente que se active, poder saberlo con tiempo por si afecta a alguno de los lugares que tenemos previsto o que podría ser declarado bien de interés etnológico», añadió.

Tanto Alomar como Torres matizaron que las declaraciones de protección afectarán a zonas geográficas y no a construcciones concretas. «Nosotros no entramos en el valor de las casetas en sí, si no en el valor etnológico del lugar. Una vez declarado, hay un plan especial que regula estas casetas y qué actuaciones llevar a cabo», expuso la consellera.

«En sa Punta des Molí había expedientes de demolición. En estos momentos está declarado Bien de Interés Cultural y ahora es el Ayuntamiento el que tiene que hacer un plan especial para decir qué hacer con estas casetas, si se tienen que conservar todas o no y, para las que se conserven, qué uso público se les da», apuntó Costas.

Antes del encuentro en el Consell, Alomar y los representantes de Costas en Eivissa mantuvieron una reunión con el alcalde de Sant Josep, Josep Marí, y los concejales de Turismo y Urbanismo, María Àngeles Mostazo y Josep Antoni Prats, respectivamente.

Durante el encuentro, el representante de Costas accedió a introducir cerramientos y vallados más efectivos en la zona de sa Canal, junto a la torre de sa Sal Rossa, «porque hay un problema con las motos y quads en esta zona, que es un área de nidificación».

«Haremos algún tipo de actuación para evitar el paso de estos vehículos por la zona y seguramente haremos alguna pasarela para encauzar el tráfico de personas y de bicicletas», añadió.

Por otro lado, también se fijó el 1 de noviembre como fecha en la que se procederá al derribo de la caseta vestuario de Punta Xinxó. Además, Alomar mostró el compromiso de su entidad de proceder a la restauración durante el próximo mes de las rampas para vehículos de Cala de Bou.

Igualmente, se concertará una nueva reunión para tratar temas como los aparcamientos de Cala Bassa, Cala Comte y los fondeos en Cala Vedella.