El Ayuntamiento de Sant Joan tiene la misma opinión que el de Santa Eulària respecto a la carretera de Sant Joan: sería preferible la expropiación de alguna vivienda para no empeorar la situación de otras que quedarán demasiado cerca de la vía.

Así lo exponen desde el Consistorio en las alegaciones que han sido ya enviadas al Consell y en las que opinan que evitar expropiar ninguna casa puede «no ser la mejor solución».

En concreto, dicen que hay tramos en los que la distancia entre las edificaciones de un lado y otro de la carretera es de 14 metros y la ampliación de la vía la hará llegar a los diez metros, de modo que la calzada quedará «al borde de las fachadas». Esto supone, según el Ayuntamiento, una reducción de la seguridad de la vía por la presencia de estos elementos fijos en los márgenes y por las posibles maniobras de entrada y salida. Además, una extrema proximidad de las edificaciones de la vía podría provocar que las viviendas caigan en desuso «como puede apreciarse en otros ejemplos de carreteras recién reformadas de la isla».

Viviendas

Por todo ello considera que puede ser «más apropiada» la expropiación de alguna construcción. «No se debe olvidar que la expropiación de las edificaciones afectadas debería permitir a sus propietarios la reconstrucción de las mismas en una nueva ubicación», especifican desde Sant Joan con la misma argumentación que también utilizan desde el Ayuntamiento de Santa Eulària.

En otro punto de las alegaciones, el Ayuntamiento de Sant Joan se queja de que hay elementos de «indudable valor paisajístico y patrimonial» que se verán «dañados». Por eso consideran que se deberían evitarse estas destrucciones. Asimismo, piden que se estudien los espacios donde se producirán las ocupaciones temporales porque en muchos casos suponen la «pérdida de plantaciones que tardarían muchos años en recuperarse».

El Consistorio solicita también se soterren todos los servicios adjuntos a la carretera y que se estudie la introducción de más iluminación a través de LED.

En su informe también se quejan de que el carril bici dividirá fincas y obligará en algunos casos a cambiar el uso de suelo ahora rústico por el uso como vial.

El Ayuntamiento se opone al carril bici y considera que la solución de hacerlo pasar por caminos paralelos también plantea «muchos problemas». Por ejemplo en la rotonda de Safragell el carril bici atraviesa la carretera principal para después separarse y discurrir por tierras que «ahora no son usadas como camino». En el cruce de Sant Llorenç también tienen dudas porque no saben si se ampliará la carretera que lleva a este pueblo. También se quejan de que no aparece carril bici hasta el cruce de Sant Carles y que luego hace algo «extraño» al llegar al cruce de Sant Miquel.