El PP exige que Madrid vigile el "lamentable" estado de las depuradoras

El diputado nacional Enrique Fajarnés y el presidente del PP y diputado balear, Miquel Jerez, denunciaron ayer «el estado generalizado de abandono de las depuradoras» y aseguraron que es una muestra «de la mala gestión y la ineptitud de los políticos que ahora gobiernan las instituciones públicas». «Los vertidos y el hedor que producen en estos momentos muchas de ellas nos avergüenzan. Podemos hacer muchas campañas promocionales, pero si cuando llegan los turistas lo primero que notan es el hedor de las depuradoras, la primera impresión que tienen de la isla es lamentable», destacó el diputado.

Por otra parte, los populares también exigieron una auditoría medioambiental de todas las depuradoras para saber cuál es el estado de las mismas y reclamaron «que se acometan todas las inversiones necesarias para que el problema se resuelva de forma inmediata y, sobre todo, de cara a la próxima temporada turística». «Queremos que venga el Ministerio de Medio Ambiente y vea los vertido y el hedor, porque aunque no sea su competencia tiene que tomar cartas en el asunto ya que en el Govern balear y el Consell son una pandilla de incompetentes», cargó con fuerza Fajarnés, para quien, aunque la depuración de aguas residuales no sea responsabilidad de la máxima institución insular sino de la Conselleria balear de Medi Ambient, «el señor Tarrés debería dar el ejemplo de preocuparse cuando hay problemas y resolverlos».

Por su parte, Miquel Jerez aseguró que si el PP «ha llegado al extremo de hacer esta denuncia es porque no se trata de una cuestión puntual sino de un problema generalizado» debido a «la política del Govern que no pone los medios adecuados para que estas infraestructuras funcionen perfectamente y no provoquen las molestias que están provocando».

Política errática

Jerez reconoció que las incidencias de las depuradoras de la isla no son nuevas, aunque destacó que «nunca habíamos tenido una situación tan grave como la que estamos padeciendo». «Tal vez alguna depuradora podía tener un problema particular como la de Vila pero sí es cierto que no habíamos tenido un problema tan extendido. Por eso tenemos que denunciar esta política errática del Govern», concluyó.