CARMEN CIRES

El agua de Sant Jordi ha vuelto a salir a debate. El motivo, las anomalías en el suministro que sufrieron los vecinos de la zona hace unas semanas, al parecer, por una sucesión de averías motivadas «porque la red está muy anticuada y en muy malas condiciones», según indicó el concejal de Urbanisme del municipio de Sant Josep, Josep Antoni Prats.

Prats reconoció ayer que las averías «son una consecuencia más del sistema antiguo de red mala y aguas malas que hay» e informó de que ahora el Ayuntamiento está solucionando el problema y que poco a poco irán a por la cuestión de la red, aunque ya saben que es algo muy costoso y complicado. «Técnicamente es muy difícil y económicamente muy complicado porque hay que cambiar toda una red que ya tiene muchos años y que debería de estar en mejores condiciones», concretó el concejal de Urbanisme, que añadió que tanto la empresa como el Ayuntamiento intentan ir arreglando tramos continuamente. «Siempre buscamos ayudas para hacer mejoras en la red del agua», aseguró el concejal.

En cuanto a la calidad del agua, los vecinos de la zona dicen que históricamente han tenido un agua de muy mala calidad y eso ha ido motivando que muchos decidieran instalarse cisterna en sus viviendas y abastecerse de agua de mejor calidad.

Miguel Pérez dice que en su casa tienen agua de cisterna desde hace tiempo para beber y cocinar y que la de la red la utilizan para el resto de las necesidades. Asegura que hace años el agua de la red era tan salada que se le llegó a secar un huerto por regarlo con esta agua. Miguel afirma que sus vecinos le han dicho que el agua ha mejorado bastante en los últimos tiempos.

Carmen Moreno es una vecina de sa Carroca que recuerda que «el agua de antes era tan mala que estropeaba todo lo que tocaba, pero desde hace dos años es buenísima». Moreno afirma que «hace unos días realizaron algún que otro corte en el suministro sin avisar que llegó a durar unas horas o incluso toda la mañana, pero casi todo el mundo tiene cisternas por aquí, porque siempre ha habido un agua muy mala en la zona. El agua buena no ha llegado a todos los sitios del municipio, en algunos todavía está la mala».

El concejal de Urbanisme, Josep Antoni Prats, cree que «en el el área de Sant Jordi hay un agua muy buena, puede que de las mejores de Eivissa porque existen unas desaladoras que actúan no sobre el agua marina sino sobre el agua de acuífero, con lo que es un agua de mucha calidad».

Lo malo, según Prats, es que no se ha conseguido que esa agua tan buena llegue a todas las zonas. Todavía queda por cubrir el núcleo urbano de Sant Josep y algunas zonas como es Cubells, Porroig, Platja d'en Bossa, sa Caleta y Cala Vedella, informó el concejal, quien adelantó que «puede que este invierno haya buenas noticias para estos lugares».

El concejal reconoce que históricamente el agua de la zona ha sido de muy mala calidad y por ese motivo los vecinos han ido haciéndose con sistemas alternativos de abastecimiento de agua de mayor calidad que la que ofrecía la red. «Lo cierto es que el agua que había hasta hace un año en Sant Jordi era muy mala y no servía para nada».