El emisario submarino de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Formentera, instalado hace dos décadas, fue una «auténtica chapuza», según un profesional de los trabajos subacuáticos ya retirado pero que en su día tuvo que hacer varios informes al respecto, no sólo para las Administraciones, sino que también actuó para la empresa que había instalado el emisario.

El problema, según este especialista, es que la instalación del emisario no se hizo de acuerdo con el proyecto, algo que magnificaría las consecuencias de vertidos de aguas sin tratar como el ocurrido esta pasada semana.

En la actualidad el emisario se adentra cuatrocientos metros en el mar y vierte sus productos procedentes de la depuradora a menos de 20 metros de profundidad cuando debería hacerse a un mínimo de un kilómetro y a profundidad superior a los 50 metros.

El profesional, que prefirió mantenerse en el anonimato, señaló que al principio el emisario era más largo que el existente en la actualidad pero que la falta de mantenimiento u otros factores hicieron que se quedara en las dimensiones actuales. Según el especialista, lo más grave es que nunca se colocaron difusores o dispersores, «algo básico en este tipo de emisarios para evitar la acumulación y concentración de posibles vertidos».

Avería del sistema

La consellera de Medi Ambient de Formentera, Silvia Tur, explicó ayer que la rotura que se produjo en la depuradora de Formentera tuvo lugar el pasado martes 18 de agosto y que cuando se tuvo conocimiento del problema «se encargó la fabricación inmediata de un tamiz, un filtro que separa los residuos sólidos de los líquidos y que es el responsable de la primera gran separación de los elementos que entran en la depuradora». «Debido a la rotura del existente, las aguas sin filtrar pasaron directamente al emisario, añadió.

Tur señaló que el tamiz ha tardado más días de lo previsto en fabricarse y ayer mismo iba a instalarse, «por lo que esperamos que los vertidos dejen de producirse, avanzó.

Pero la responsable insular de medio ambiente indicó que el Consell no tuvo conocimiento del problema hasta el viernes, día 21, a las 13,00 horas y a través de una persona ajena a cualquier organismo o institución oficial. «No lo sabíamos y tampoco teníamos por qué saberlo ya que la gestión de la EDAR es responsabilidad de la conselleria de Medi Ambient del Govern», argumentó Tur.

Al mismo tiempo la consellera quiso ser clara y declaró que «al contrario de lo que han afirmado algunos medios de comunicación, dando la sensación de que este problema está sucediendo los 365 días del año, debo asegurar que no es así en absoluto». «La depuradora está trabajando con normalidad y las emisiones son de aguas en perfectas condiciones de salubridad, acordes con las normativas vigentes», remarcó.

Para la consellera ha habido tres días críticos y «como eso no debe volver a pasar, pediremos a la conselleria de Medi Ambient del Govern que se haga una revisión en profundidad de la depuradora y del emisario en las zonas en que se introdujeron mejoras los dos últimos años para que, una vez resuelto el problema, ver si hay otras carencias o necesidades de mejora urgente para que ni el año próximo ni en otros años vuelva a suceder».

Tras reiterar una vez más que «ha habido gente que se ha dedicado a hacer alarmismo con esta noticia», la consellera Silvia Tur señaló que los medios con los que cuenta la Isla son limitados y «hay que mirar de cara al futuro y prever las necesidades que tendrá Formentera», apuntando a la necesidad de mejorar los recursos de tratamiento y depuración con que se cuenta actualmente.