Un grupo de vecinos extranjeros que tienen segundas residencias en la zona de Cala Vedella mostraron ayer su profundo malestar con la situación de suciedad y abandono que vive la playa.

En concreto, denuncian el pestilente olor fecal que hay en toda la cala y que incluso llega hasta la urbanización Vistamar, situada en la ladera de la montaña. En concreto, denuncian los olores de la depuradora que hay en la zona de la playa y lo sucia que está el agua del mar, donde incluso han podido apreciar restos fecales, que sospechan que se deben a que pueden haber escapes de tuberías que van a dar al mar. «La arena está verde», explicó ayer una portavoz de estos vecinos, que están dispuestos a recoger firmas para acabar con esta situación, con la que están indignados.

Muchos de los vecinos enfadados son extranjeros que tienen casas en propiedad en la isla y que cada vez están más disgustados con el abandono de la zona. De hecho, aseguran que se está acabando con el turismo de calidad que había en esta cala.

Una de las cosas que les indigna particularmente es la gran suciedad del agua, que actualmente está marrón. Sin embargo, desde la Asociación de Vecinos de Cala Vedella, que también agrupa a algunos negocios de la zona, aseguraron este fin de semana que el agua no está sucia y que no hay vertidos de fecales al mar. Indican que el color se debe a un alga que también aparece todos los años en Cala Tarida y que da tonalidad parduzca al agua. De hecho, adjuntaron una serie de análisis en los que se demuestra que los coliformes (materia fecal) no llegan a la concentración máxima admitida.

Desde el Ayuntamiento de Sant Josep anunciaron hace unos días que este invierno se acometerá una obra para conectar a todos los negocios y casas de la playa con la depuradora, ya que al parecer hay algunos que no lo están, lo que puede estar en el origen de todos estos problemas de olores. Estas obras costarán alrededor de 150.000 euros y el proyecto ya se ha enviado a Costas para poder instalar todas las canalizaciones en la zona de los restaurantes de la playa.

Otros vecinos que residen en los apartamentos de la playa aseguran que por las noches no se puede dormir por el insufrible olor a depuradora que hay en toda la playa, sobre todo hacia las dos o las tres de la madrugada.