El ex piloto alemán de Formula Uno, Michael Schumacher, realizó ayer una fugaz escapada a Mallorca para asistir a la boda de Cristina Weber, hija de su mánager Willi Weber, con quien además comparte una gran amistad.
Michael y su esposa, Corina Babia, asistieron al enlace que se celebró en la parroquia del Port de Andratx y al que asistieron la 'crème de la crème' de la sociedad alemana. El piloto, que no pudo regresar a la competición en sustitución de forma temporal del brasileño Felipe Massa, (quien se restablece del accidente que sufrió en el Gran Premio de Hungría), no quiso hacer declaraciones a la prensa que se encontraba en las puertas de la parroquia, e incluso hizo borrar una fotografía que le había hecho un fotógrafo en el interior de la iglesia. Distante con los pocos medios de comunicación que cubrían la noticia, Michael Schumacher tampoco estuvo muy simpático con los niños que se le acercaban en busca de un autógrafo o una foto. Y es que, como el propio piloto confesó en una rueda de prensa realizada en la ciudad de Ginebra hace unos días, «es un momento realmente triste, probablemente uno de los más difíciles para mí. Me sentía vivo de nuevo y ahora tengo que cancelar todo esto». Schumacher no ha sido muy asiduo a Mallorca, pero sí su hermano Ralf y sobre todo el manager, Willi Weber quien se construyó una impresionante casa en Camp de Mar, pared con pared a la de la top model alemana, Claudia Schiffer.
Michels/ J. Aguirre. Fotos: Michels
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