La Conselleria de Medi Ambient ha aprobado un plan para recuperar una planta endémica del islote de ses Margalides, la llamada 'lletrera de ses Margalides' o Euphorbia margalidiana. Esta especie está en peligro de extinción según el catálogo nacional de especies amenazadas, razón por la cual se inicia este plan de recuperación.

Se trata de una planta perenne y arbustiva que puede llegar al metro de altura y que florece entre marzo y abril. Su hábitat son rocas litorales y grietas de acantilados calcáreos inestables. De forma natural vive sólo en el islote de propiedad estatal ses Margalides, en la costa de Sant Antoni. De hecho, esta planta se distribuye de forma abundante en esta zona. Según los datos de la Conselleria de Medi Ambient, desde el año 2005 se está creando una población de esta planta en la illa Murada, pero «la medida poblacional es todavía muy pequeña».

Las principales amenazas que sufre esta especie es su reducida área de distribución, el impacto de las gaviotas y la competencia con otras plantas.

El objetivo de este plan de recuperación, que fue publicado ayer en el BOIB, consiste en garantizar su supervivencia a largo plazo aumentando su área de distribución. Por ello la Conselleria deberá asegurar el buen estado de la población de ses Margalides, implementar una población en la illa Murada e incrementar los conocimientos sobre la conservación de la especie, además de sensibilizar a la población de su importancia.

El plan de conservación tendrá una vigencia de seis años, pero sus objetivos serán revisados al tercer año. La previsión presupuestaria es de 59.500 euros. El plan incluye la detección y control de plantas competitivas con esta especie, la vigilancia de actividades humanas perjudiciales, realizar un estudio genético,realizar seguimiento de las colonias y crear colecciones de plantas en otros lugares.

Medi Ambient también ha iniciado la protección de la tortuga mora, de origen sudafricano. Esta especie actualmente sólo está presente en el municipio de Calvià. Existen pruebas de su extinción en Formentera, probablemente en la segunda mitad del siglo XX. «Los datos sobre su presencia en Eivissa son poco precisas y no suficientes para plantear una posible recuperación, aspecto sobre el que hace falta investigar», destacan desde Medi Ambient. Uno de los objetivos del plan es verificar la distribución actual e histórica de la especie en las Pitiüses, con la posibilidad de repoblar en Formentera y quizás también en Eivissa.