La Conselleria balear de Medi Ambient invertirá un millón de euros para evitar inundaciones en cuatro puntos de las carreteras ibicencas. Se trata de lugares «conflictivos» en los que los torrentes cruzan las vías, lo que puede provocar problemas en caso de lluvias fuertes.

El director general de Recursos Hídrics, Isidre Canyelles, explicó que Eivissa tiene «muchos problemas» con los cruces de torrentes en las carreteras porque en muchos lugares no existen puentes ni drenajes de agua adecuados. Por eso se han iniciado una serie de actuaciones conjuntas con el Consell de Eivissa, dos en el municipio de Sant Antoni y otras dos en el de Santa Eulària.

En Sant Antoni se actuará en el camino de sa Casilla en el cruce con el torrente de es Regueró en el que se construirá un puente con un presupuesto de 145.000 euros. La obra provocará que la carretera quede más elevada.

Otra de las actuaciones tendrá lugar en el entorno de la cooperativa de Sant Antoni. «Allí se hizo una carretera nueva pero hay un paso de agua insuficiente, por lo que rectificaremos la vía para suavizar la curva y mejorar el cruce del torrente», explicó Canyelles, que indicó que esta actuación costará 360.000 euros. En este punto se producen frecuentes inundaciones que incluso afectan a la cooperativa, según explicó el director general.

En el municipio de Santa Eulària se harán obras para construir un puente cerca del colegio de Jesús. «Hay una zona donde el torrente desaparece y queda como una explanada donde aparcan los coches; nosotros señalizaremos y marcaremos el torrente y haremos un puente para que se pueda pasar para que no cree conflictos cuando llueve», expresó Canyelles, que indicó que esta actuación costará 320.000 euros.

Por último se hará otra obra en el camino de s'Estanyol, que también está atravesado por un torrente. En este caso la inversión es de 135.000 euros.

Desde la Conselleria balear de Medi Ambient calculan que las obras podrán comenzar sobre el mes de octubre, ya que ayer salieron a concurso los trabajos del municipio de Sant Antoni, que tienen un plazo de ejecución de siete meses. «Se hará todo el proceso de licitación durante el verano para poder comenzar en otoño», explicó Canyelles, que destacó que no son intervenciones impactantes ni agresivas, sino que de lo que se trata es en algunos casos de elevar un poco las vías con un puente por debajo. El director general aseguró que en años venideros se seguirá trabajando con el Consell para solucionar otros puntos conflictivos.