Los teóricos seis meses de temporada turística son el principal periodo de ventas para todo el comercio de las Pitiüses pero constituye el periódico casi único de actividad de las tiendas de souvenir, unos establecimientos que están viendo cómo sus ventas están cayendo entre un 10% y un 15%, una situación que podría forzar a muchos establecimientos «a acortar la temporada».

Así lo reconoció ayer el presidente de este colectivo dentro de la Pimeef, Xico Ramon, quién destacó que «la situación se resume en que entra menos gente a las tiendas y con un potencial económico más bajo, por lo que acaban comprando menos».

El recorte en las ventas es generalizado, tanto por áreas turísticas de las Islas como por producto, aunque con ligeras salvedades. «La mayoría del sector está así, aunque puede haber zonas en que vaya algo mejor y otras en que, incluso, vaya a peor. En cuanto a los productos, la falta de capacidad económica hace que las referencias más caras sean las que se resientan», apuntó.

Acortar fechas

La situación ha llevado a que algunos establecimientos hayan retrasado su fecha de apertura al público «y si sigue así, habrá que mirar si resulta rentable abrir y cerrar en las mismas fechas o habrá que recortar la temporada».

Las consecuencias de este posible cierre anticipado se reflejarían en una mayor «sensación de abandono» de las zonas más turísticas y en los problemas para los empleados, lo que más preocupa a Ramon.

«Muchos empresarios estamos haciendo un esfuerzo considerable para poder ofrecer a los trabajadores el medio año mínimo necesario, lo que en algunos meses nos supone perder mucho dinero, por lo que no es una situación que se pueda mantener durante mucho tiempo», consideró.

La crisis económica está ampliando el efecto de dos circunstancias negativas que ya afectaban con anterioridad a las ventas de los establecimientos.

«Ahora hay muchos clientes del 'todo incluido' que vienen con muy poco dinero que gastar», admite Ramon.

«Otro problema es el del poder adquisitivo y el del tipo de cambio. Desde hace 30 años se ha ido reduciendo la diferencia de poder de compra pero ahora se ha agravado por la extrema devaluación de la libra», añadió.