Francesc Triay compareció ayer en Eivissa para informar sobre la postura de la APB sobre las dudas de la Unesco. Foto: IRENE G. RUIZ

S. PARRA/ C. ROIG

El presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB), Francesc Triay, anunció ayer que no se paralizará el proceso de adjudicación de las obras de ampliación del puerto de Vila y duda que sea necesario llegar a retrasar el inicio de los trabajos, fijado en octubre. «Seguiremos con los trámites de selección de la mejor oferta y de preparación para seguir con el calendario previsto», aseguró el dirigente del organismo dependiente de Fomento. En estos momentos, se están estudiando las propuestas técnicas presentadas por las nueve empresas que concurren al concurso y en agosto se prevé la apertura de las ofertas económicas y la adjudicación del contrato, con un presupuesto base de 94 millones, informó la APB.

El responsable de los puertos del Estado en Balears defendió que la construcción de la explanada y los muelles en es Botafoc, que ampliará la superficie construida en el puerto en 75.000 metros cuadrados, «no afecta, ni por las obras ni por los vertidos, a los bienes incluidos en la declaración de bienes Patrimonio de la Humanidad». Dichos elementos protegidos son la ciudad amurallada de Dalt Vila, los yacimientos de sa Caleta y es Puig des Molins, así como las praderas de posidonia del Parc Natural de ses Salines, relató el presidente.

Triay consideró que la resolución del Comité del Patrimonio Mundial (por la que se pide más información antes del 1 de febrero, que se invite a una comisión de sus expertos a revisar la zona sobre el terreno y que todo ello se discuta en la próxima reunión del comité, en junio de 2010) se solventará en cuanto lleguen los expertos «con sólo que vean sobre el terreno dónde está lo que queremos hacer, dónde afecta y dónde están los bienes protegidos». «Es un problema de que no lo ven sobre el terreno y, quizás, de que han sido manipulados», dejó caer Triay.

Agilizar el proceso

Triay aseguró que ni ellos, ni el Ministerio de Cultura (interlocutor directo con Unesco) habían recibido oficialmente la comunicación del Comité, «pero que el Ministerio sí que tenía conocimiento de la misma». El presidente explicó que, «para ganar tiempo», ha solicitado al presidente de Puertos del Estado que pida a Cultura que tramite lo antes posible la oferta para que la visita de los expertos se haga en breve. También pedirá la mediación de Francesc Antich.

«Que la visita no se produjera antes de octubre no nos entra en la cabeza», explicó Triay, quién quitó importancia al hecho de que se prevea que las conclusiones de la misión de técnicos no se trate por el Comité del Patrimonio Mundial hasta junio del año próximo. «Han fijado esos plazos porque no saben que estamos preparados para responder todas las cuestiones mañana mismo», aseguró.

Todas las garantías

El edil de Urbanismo del Ayuntamiento de Vila, Vicent Torres, aseguró ayer que «defienden» los valores del Patrimonio de la Humanidad, algo que consideró que «tiene que quedar fuera de toda duda». Torres explicó que como elementos «añadidos» al Patrimonio están sa Penya y la Marina, cuya recuperación pasa por quitar el tráfico pesado de la zona, «con este proyecto o con otro». «Entendíamos que este proyecto liberaba el interior del puerto, pero exigimos que pase todas las evaluaciones de ambientales y urbanísticas y que se haga con todas las garantías», dijo.

Por otra parte, el GOB de Formentera pidió el cambio del proyecto y su «profunda preocupación» por la afección a la posidonia.

El delegado del Gobierno, Ramon Socias, remarcó ayer la necesidad de que el puerto de Eivissa se amplíe debido, tanto al volumen de tráfico que tiene, como para «cumplir con la normativa» de la Unión Europea. No obstante, se mostró confiado en que la decisión que se adopte será «respetuosa» con la posibilidad de que Vila continúe siendo Patrimonio Mundial Cultural.

Después de que la Unesco reclame al Gobierno la paralización del proyecto de ampliación del puerto, Socias reiteró que la infraestructura necesita una ampliación tanto por el tráfico, como por seguridad y, así, adaptarse a la normativa europea puesta en marcha tras los atentados del 11-M, señaló en declaraciones a los periodistas tras la presentación del dispositivo de seguridad para verano.

Explicó que el puerto de la Isla «no tiene límites» entre la ciudad y el recinto portuario y que «lo ideal» sería «sacar el tráfico regular de pasajeros hacia la zona de es Botafoc», ya que, según señaló, se trata de una zona más «segura, práctica y fácil de vigilar».