Las labores de limpieza y rehabilitación de ses Feixes des Prat de ses Monges están deparando muchas sorpresas. Una de ellas es el hallazgo de antiguas construcciones que estaban ocultas en el espeso cañaveral y que ofrecen nuevos datos de cómo eran ses Feixes en la antigüedad, un conjunto de huertos irrigados por canales de agua a los que se entraba a través de los característicos portales de feixa. El GEN inventarió un total de 53 portales en el libro que ha publicado recientemente sobre este espacio. Ahora se ha encontrado uno nuevo del que no se tenía constancia y que estaba oculto por la vegetación, aunque se prevé encontrar más. También han aparecido vestigios de pequeñas construcciones que al principio eran utilizadas como almacenes de herramientas y posteriormente se convirtieron en viviendas. Una de ellas es una casa de los años 30 cuyos muros están destruidos pero en la que se aprecian todavía perfectamente las baldosas pintadas. Según explica el director insular de Patrimoni, Josep Mª López Garí, la casa se sitúa justo al lado de un portal de feixa que se está restaurando y probablemente se construyó por fases.

Por el momento, la brigada de patrimonio, compuesta por cinco trabajadores, ha comenzado con la restauración de cinco portales de feixa que están al final del camino de ses Feixes y que permitirán dar una imagen «bastante real» de lo que era esta zona. La reconstrucción de los portales se realiza con los materiales derruidos y tradicionales: madera, piedra, grava y argamasa. En caso de que falte madera, que normalmente ya está podrida, se están poniendo vigas de sabina. En algunos portales sí que se reutiliza la madera de pino que se encuentra todavía en buen estado.

En los casos en los que se han encontrado viejas casetas de herramientas o viviendas derruidas se han limpiado y conservado los muros para «mostrar una imagen de lo que era esto». Toda la piedra sobrante que se encuentra se guarda allí mismo por si hubiera que utilizarla posteriormente.

Trabajo agradecido

Los cinco trabajadores que integran la brigada de patrimonio tienen experiencia previa de trabajar la piedra y los materiales tradicionales. Gracias a esta iniciativa han podido salir del paro y según comenta uno de ellos se trata de un trabajo agradecido. «A mí me gusta más la mampostería que trabajar construyendo un edificio, aunque está claro que aquí hace mucho calor», explicó uno de ellos.

La rehabilitación de portales es laboriosa y Garí afirma que si al final del proceso se han podido restaurar 20 o 25 será todo un éxito.

El proceso de limpieza y de recuperación de ses Feixes también provoca situaciones curiosas. Por ejemplo, hay una explanada cerca del hotel Playa Real que durante años ha servido de vertedero incontrolado de residuos de obra y donde hay un metro y medio de vertidos, entre ellos hierros retorcidos que salen de la superficie. El problema que tiene el Consell ahora es si retira esos escombros o no, algo que habrá que estudiar detenidamente, ya que se ha convertido en el hábitat de muchas lagartijas pitiusas, una especie protegida. Otra opción sería mantenerlo y colocar un cartel explicativo de por qué se deja.

La limpieza también provoca efectos insospechados, como la aparición de nuevos aparcamientos. Al cortar una serie de cañas cercanas a la carretera los vecinos han aprovechado para estacionar ahí, con el peligro que ello implica.

Desde el Consell aseguran que si hay tiempo se procederá al drenaje de canales, algo que habrá que hacer manualmente y con mucho cuidado para no salinizar ses Feixes, ya que actualmente hay menos aportes de agua dulce que antiguamente debido a la excavación de pozos. Otra de las sorpresas que se han encontrado es una anguila en un canal, una especie antes muy habitual y abundante, pero que hacía muchos años que no se veía.

La limpieza de ses Feixes de Talamanca está dando importantes frutos. Se ha recogido ya una tonelada de plásticos, 1,5 de vidrio, 2,7 toneladas de poda, 15 toneladas de chatarra y 40 toneladas de residuos de obra. En los próximos días los trabajadores recibirán nuevo material especializado para cortar cañas procedente de la Albufera de Valencia. El mayor problema que se encuentran los trabajadores es la falta de concienciación de los ciudadanos, que tiran basura indiscriminadamente en este espacio. «Es como vaciar el mar a cubos», explica la directora insular de Medi Ambient, Marisol Torres, que indica que el trabajo resulta a veces un tanto frustrante para los empleados porque cada día aparecen nuevos vertederos incontrolados muy difíciles de multar por la gran extensión del terreno. Por eso vuelven a hacer un llamamiento a los ciudadanos para evitar que esto ocurra.

En la zona también hay numerosas casas con 'okupas'. Algunos de ellos pidieron recientemente a los trabajadores del Consell que les ayudaran a limpiar una casa abandonada, algo a lo que, evidentemente, se negaron. Poco después vieron toda la basura tirada de cualquier forma en una feixa.