Es el segundo año que Sonia viene a la isla. El de 2008 fue el primer verano ibicenco para ella: «Vine a pasarlo bien y me fui con novio». Este año ha vuelto y se ha hospedado en casa de aquel chico que conoció, hoy su novio. Reconoce que está muy cansada de estos días: «Hemos hecho muchas cosas. Hemos visitado todos los pueblos, Cala Salada, el mercadillo... Pero me ha gustado mucho es Vedrà. Es precioso».

En general asegura que le gusta mucho la isla. Según ella, tiene un clima especial: «Siempre digo que lo que más me gusta de Eivissa es el aire, pero las vistas y las calitas tampoco se quedan cortas».

No ha oído hablar de ninguna comida típica del lugar: «No hay comida típica de aquí. Lo que más me ha gustado han sido las sangrías con plátano y los daikiris de fresa. En ningún sitio los hacen mejores». Cuando lo consulta con su novio, los dos están de acuerdo en decir que lo peor de esta isla son los extranjeros: «Los de Sant Antoni. Van borrachos y no saben lo que hacen». Por último, Sonia comenta que espera volver el año que viene: «Si el año pasado y éste han ido tan bien, seguro que el año que viene vuelvo». M.B.