De izda. a derecha, Felipe Martinez, director general de Marina Mercante; Joana Amengual y Josep Mayans, ayer en el Ministerio de Fomento.

G.R./R.L./C.R.

El conseller de Turisme i Mobilitat del Consell de Formentera, Pep Mayans, y la directora general de Transporte Marítimo del Govern balear, Joana Amengual, se reunieron ayer con representantes de la dirección general de Marina Mercante, dependiente del ministerio de Formento, para intentar cambiar el Real Decreto 1516/2007. En él se habla del regimen jurídico de las líneas regulares de cabotaje y de navegación de interés público, con unas frecuencias determinadas de conexiones semanales entre la península y las islas de Mallorca, Menorca y Eivissa, pero que excluyó a Formentera cuando es la única de las Illes Balears que depende exclusivamente del tramsporte marítimo ya que es la única que no posee aeropuerto.

Mayans señaló que se había presentado ante Fomento un estudio pormenorizado que justifica plenamente la modificación del Real Decreto para que Formentera reciba una respuesta clara a sus necesidades. «Es un problema histórico que no se arregla de un día para otro -dijo Mayans-, ni lo vamos a conseguir sólo con la presentación de un estudio por exhaustivo que sea, de todas maneras ha habido una clara receptibilidad a la cuestión planteada ya que hay una plena conciencia del problema que esta situación supone para Formentera».

Liberalización

En este sentido el conseller Josep Mayans afirmó que «hay un claro compromiso para solventar el problema», pero al mismo tiempo señaló que es un asunto que debe llevarse al Parlamento Europeo «que quiere liberalizar el tráfico marítimo cuando la falta de una regulación clara y específica en determinados casos, ha puesto a Formentera en la actual situación de inferioridad y de carencias». Según Mayans, la solución puede darse en tres o cuatro años o en siete meses y espera que el plazo de tiempo sea el menor posible ante la cuestión clara de agravio comparativo para con Formentera con el los problemas que supone que hasta la fecha las mercancías procedentes de la península han de pasar siempre por Eivissa con el sobrecoste que ello supone ya que implica el pago de dos fletes. Circunstancia agravada por el hecho de una situación de monopolio ya que sólo una naviera opera entre Formentera y Eivissa con embarcaciones que puedan llevar vehículos de transporte de mercancías, y nunca en conexión directa con la península.

La directora general de Transporte Aéreo y Marítimo de Baleares, Joana Amengual, pidió ayer al Ministerio de Fomento que fije unas tarifas máximas y unas frecuencias mínimas para los vuelos que conectan Eivissa y Menorca con la Península, y que no lo deje en manos de las compañías aéreas.

Así lo aseguró a Efe Amengual al término de la reunión que mantuvo en Madrid con el nuevo director general de Aviación Civil, Manuel Ameijeiras, con el que ha repasado algunas de las reivindicaciones del Govern en materia de aviación civil.

Amengual ha explicado a Ameijeras que una de sus preocupaciones es que se vuelvan a quedar «sin alguna conexión importante» como ya ocurrió el pasado invierno, en concreto entre Eivissa y Barcelona, y le ha insistido en que no pueden estar «a expensas de una decisión comercial de una compañía aérea».

«Pensamos que el Ministerio de Fomento tiene que intervenir en este asunto», ha subrayado la responsable de Aviación Civil, que ha explicado que Ameijeras se ha comprometido a estudiarlo y le ha dicho que va a empezar a recabar datos para analizarlos. Además, les ha entregado un estudio que demuestra que los precios entre Baleares y, sobre todo, entre Eivissa y Menorca con la península son más altos en comparación con vuelos de igual distancia que se realizan.

Por otro lado, el conseller de Mobilitat de Eivissa, Albert Prats, explicó que hace un par de meses reclamó al Ministerio de Fomento y al Govern que se garantizaran las conexiones de primera hora de la mañana y última de la noche con Barcelona y Madrid. Desde el Consell existe preocupación porque no quieren que vuelva a ocurrir lo que pasó el invierno pasado con Barcelona, cuando Spanair dejó libre el vuelo de primera hora y no lo pudo cubrir ninguna otra compañía. «Este tipo de cosas nos perjudica mucho», resaltó Prats, que recordó que hay mucha gente que visita estos destinos por negocios o por motivos médicos.