El gimnasio de Sa Colomina, en el comienzo de la primera prueba. FOTO: IRENE G. RUIZ

A media mañana parecía que los nervios de los 332 alumnos y alumnas pitiusos que se examinan hasta mañana de las pruebas de Selectividad se iban desvaneciendo. «Lo peor es la sensación que tienes antes de entrar al primer examen, que en este caso ha sido Lengua Castellana. Creo que ha sido fácil, pero no puedo cantar victoria tan pronto porque nunca se sabe», explicaba Juan Antonio en la pausa que hubo entre los exámenes de Castellano y Catalán, uno de los más temidos por los estudiantes. «Espero que caiga Terra Baixa de Àngel Guimerà o la Escola Mallorquina», precisó este alumno mientras dos de sus amigos repasaban en el patio de Sa Colomina parte del temario de Catalán.

Cerca de las 11'05 el murmullo generalizado del patio del instituto se fue desvaneciendo al tiempo que uno de los examinadores llamaba por orden de lista a los alumnos. Una hora y media después llegaron las primeras impresiones: «Creo que no ha sido para tanto. Me ha parecido más complicado el de Castellano que el de Catalán», precisó Alba Quilés, del instituto Sant Agustí. Para Vicente Cortés, sin embargo, la sensación no fue tan buena: «Me da mucha rabia que pregunten cosas tan concretas porque a lo mejor tu tienes la idea general y sabes explicarlo, pero justo no te acuerdas de esa frase que había al final de la página y es precisamente lo que preguntan».

En todo Balears se presentan 2.981 alumnos, 332 más que el año pasado. De este total destaca la presencia femenina, pues más de la mitad son mujeres.

En esta primera jornada de exámenes, los alumnos contaron con el apoyo de algunos de sus familiares y profesores, como Mercedes Mayans, profesora de Catalán del colegio Sa Real, que se acercó a Sa Colomina para ver cómo les había ido el examen a sus alumnos: «Había una opción que tenían más clara, que era Terra Baixa. Quizá la sorpresa que se han llevado ha sido la pregunta de autores de postguerra porque este año no era lectura obligatoria». Sobre la concepción general de los alumnos que opinan que es uno de los exámenes más complicados, la profesora explicó: «Suelen ser preguntas más de reflexión sobre las lecturas que se trabajan todo el año en clase. Con capacidad crítica se pueden resolver sin problemas. Sí que es verdad que nunca suelen calificar muy alto el examen de Catalán, pues creo que la media está en 5'5». En cuanto a los amuletos, muchos de estos alumnos llevaron regalos de profesores, padres, hermanos y amigos: «Llevo una cruz que me regaló un amigo que está estudiando para ser cura», cuenta Vicente Cortés, mientras que su amiga Blanca Sancho optó por un búho: «Mi hermana lo llevó cuando hizo Selectividad y le fue bastante bien». Y para acabar la primera jornada, Historia de España o Filosofía II.

Los alumnos se examinan hoy de idiomas, Física o Latín, Matemáticas y Biología o Geografía.

Las pruebas concluirán mañana con Química o Historia del Arte y materias específicas, como Economía y Organización de Empresas, Historia de la Música o Tecnología Industrial.

Los alumnos podrán conocer las notas el próximo 19 de junio cuando los 143 profesores y profesoras que participan en el proceso corrijan los 20.000 exámenes.

María José Real