Los mensajes lanzados en las últimas semanas sobre las previsiones para esta temporada apuntaban a una caída de las reservas más leve de lo esperado y a un posible aumento de las compras de última hora que permitan amortiguar el impacto de la crisis en las cuentas de resultados de los hoteles de las Pitiüses. La Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) descartó de un plumazo dichos mensajes positivos y aunque su presidente, Juanjo Riera, no quiso hacer previsiones sobre lo que le espera al sector en las Islas, la presentación de los primeros resultados de la temporada turística son desalentadores.
En conjunto, las Pitiüses sumaron una ocupación de un 37,63%, cifra que supone 6,31 puntos menos que un año antes o, lo que es lo mismo, una caída proporcional del 14,5% respecto al mismo periodo del pasado año. El peor comportamiento se registra en la zona Norte (Sant Joan) y Santa Eulària, «aunque esto se deberá probablemente porque el año pasado tuvieron los resultados más elevados», consideró el empresario.
Y, como recordó Riera, esto son datos únicamente de establecimientos abiertos, unos 200 de los 550 existentes entre hoteles y apartamentos turísticos. «Resulta preocupante que, con menos establecimientos abiertos, la ocupación sea peor», destacó el representante de la patronal.
Respecto al nivel de aperturas, el empresario mostró su convencimiento de que no será hasta bastante avanzado el verano que no se encontrará abierta al cien por cien la planta hotelera. «No nos engañemos, las discotecas abren a finales de mayo o mediado de junio, así que preveo que habrá que hoteles que abran hasta julio, cuando el pasado año lo estaban a mediados de junio», apuntó.
Márgenes bajo mínimos
Otra oscura pincelada en el panorama turístico local es que estos bajos resultados se producen en un entorno de descuentos para mejorar ocupaciones, admitió Riera. «Estos días veréis campañas agresivas de las agencias con descuentos de entre el 15% y el 30%, algo que, por supuesto está hablado antes con los hoteles», dijo el presidente de Fehif. «En Eivissa, que yo sepa, se han dado descuentos del 15% en las reservas tempranas», explicó, para añadir posteriormente que «también se están dando descuentos del 15% por última hora».
«Las presiones de los touroperadores para bajar precios existen pero ya trabajamos con un margen muy ajustado, cada vez más estrecho. Si bajamos más del 15% podemos llegar a hacer lo comido por lo servido o, incluso, a tener pérdidas», destacó Riera, quien explicó que respecto a las compras de último minuto «es difícil saber el miércoles qué ocupación se tendrá el domingo y estamos comprobando que hay muchos clientes que hacen reservas de fines de semana largos».
El presidente de la patronal aprovechó para repetir la necesidad de conseguir un transporte aéreo «económico y con conexiones suficientes», así como el hecho de que «es Mallorca, nuestro principal competidor, quien nos hace la promoción».
Por último, Riera también quiso defender a los empresarios «muchos de los cuáles hacen un esfuerzo para cumplir con los trabajadores que tienen una ocupación garantizada» así como para «hacer inversiones, reformas, ofrecer nuevos servicios y mejorar la calidad de la oferta». Quería rechazar así las críticas («a veces somos el saco de boxeo de políticos y sindicatos») que les acusan de pensar sólo en la obtención de beneficios. «Quizás es culpa de la Federación que no ha sabido vender a los ciudadanos este esfuerzo», concluyó.
Riera aprovechó su comparecencia para repasar algunos de los principales mercados y, en este sentido, reclamó que se haga un esfuerzo intensivo en el mercado alemán para atraer más turistas, un impulso que debería basarse en acuerdos con operadores y aerolíneas para hacer más promoción.
El interés en el mercado germano, el segundo en importancia en el exterior, se basa en su potencial (82 millones de personas), la situación económica, la disponibilidad (con vacaciones repartidas entre mayo y octubre), y la pésima coyuntura en Reino Unido donde «la devaluación de la libra y la crisis nos está llevando a notar un fuerte descenso del mercado británico», dijo Riera, quién añadió que la llegada de este tipo de cliente «dependerá mucho de la reserva de última hora».
Por último, el responsable de la patronal apuntó que «se confía en que el mercado italiano repita los números del año pasado», cuando sumó 219.000 turistas.
Durante su intervención, Riera aprovechó para presentar un documento redactado por la Fehif, junto con las Asociaciones de Vecinos de las Pitiüses y las asociaciones de comerciantes de Sant Antoni y Eivissa Centro, para pedir políticas conjuntas municipales en materia turística, así como que «se establezcan objetivos a corto plazo para solucionar problemas concretos y evitar la sensación de abandono constante».
El escrito incluye que «se abandonen la políticas de 'contrapolítica' y crispación», «se consensúen políticas de trabajo conjuntas entre partidos políticos» y, finalmente, «se haga una defensa incondicional y consensuada de los intereses de Eivissa», reclamando las competencias en turismo y pidiendo más cargos ibicencos en el Govern.
Riera aprovechó para criticar al concejal de Medio Ambiente de Vila, Joan Rubio, al haber sitios con posidonia sin recoger, y al conseller del ramo, Miquel Àngel Grimalt, por proponer hacer obras durante la temporada cerca de los hoteles. «No tiene ni puta idea» llegó a decir Riera quien, posteriormente, suavizó sus afirmaciones.
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