Los vecinos de Sant Miquel también se quejan del impacto del carril bici

Prats les explicó que este proyecto sólo incrementa en un metro y medio el que planteaba el PP, porque se ha reducido el arcén en medio metro. Además, les aseguró que se mirará cada caso particular para evitar al máximo los perjuicios a los vecinos. La solución que se plantea en los tramos en los que el carril bici quede demasiado pegado a las casas es que la cuneta quede incorporada debajo de la vía, por donde pasaría el drenaje por una tubería. Además, en puntos estrechos, se puede reducir también medio metro el carril bici. «Esto ya serían dos metros menos», aseguró Prats, que indicó que también se mirará en puntos conflictivos si el carril bici puede desviarse por algún camino paralelo.

En caso de que no se consiguiera ninguna de estas soluciones habría tramos en los que se eliminaría el carril bici, algo que Prats considera que no se hará en ninguno de los casos porque en todos se podrán encontrar alternativas que satisfarán a los vecinos.

Prats matizó, no obstante, que estos viales bici se harán porque la mayoría de la población los quiere y las quejas sólo proceden de vecinos afectados a los que se podrán ofrecer alternativas para que los carriles no pasen tan cerca de la entrada de sus casas.

En cuanto a las críticas del alcalde de Santa Eulària sobre que el proyecto no se había consensuado, Prats se mostró sorprendido porque indicó que ha hablado muchísimas veces con representantes municipales de Santa Eulària sobre el proyecto, e incluso sobre el carril bici.

«El PP lo aprobó en pleno, lo que ocurre es que quizás no se esperaban esta reacción de los vecinos, pero es un tema concreto que creo que se podrá solventar», añadió Prats, que indicó que le parecería «desleal» que el PP cambiara de opinión respecto a este asunto sólo porque ha habido quejas de algunos vecinos. A la reunión de ayer asistieron ayer representantes municipales de Sant Joan.