La Conselleria d'Obres Públiques del Govern balear no aumentará la velocidad máxima de las autovías del aeropuerto y de Sant Antoni tanto por «cuestiones de medioambientales y como «de seguridad en las carreteras».

Así lo indicaron ayer fuentes de este departamento balear en respuesta a una de las opciones que se planteó estudiar el conseller insular de Mobilitat, Albert Prats, ante los reclamaciones de los usuarios de las carreteras que solicitaban que se aumente, en algunos tramos de las carreteras al aeropuerto y a Sant Antoni, la velocidad máxima permitida, que es de 80 kilómetros por hora.

Cabe recordar que además de este rechazo de la conselleria, incluso para vigilar que se cumpla esta velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, la Jefatura Provincial de Tráfico ha instalado dos radares en la autovía de Sant Antoni, cerca del túnel de Sant Rafel, un tramo donde los conductores deben reducir la velocidad y circular a una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora.

Los aparatos están instalados en el punto kilométrico 7,900 en dirección a Vila y en el 9,600 en dirección a Sant Antoni, y comenzaron a funcionar a finales del año pasado, a pesar de haber estado de pruebas desde el pasado mes de abril.