Que no cunda el pánico, a pesar de la recesión, los británicos están dispuestos a salir de vacaciones como en sus mejores tiempos e, incluso, de tal actividad puede depender la recuperación de la economía. Según la Asociación Británica de Agencias de Viajes (ABTA, en inglés) el contrapunto a la tan pregonada 'depresión post-vacacional' es el subidón 'sunticipation' (anticipación del disfrute del sol y el tiempo libre), una actitud positiva que lleva a rendir más en el trabajo y a olvidarse del agobio por la crisis.

«Reservar las vacaciones nos da un impulso emocional que dura desde el momento en que cerramos el viaje hasta que disfrutamos del primer rayo de sol», explica la psicoterapeuta Christine Webber, autora del estudio para la ABTA. «Básicamente, la 'sunticipation' nos ayudará a soportar los rigores invernales y nos permite rendir más en nuestros trabajos ya que tenemos la seguridad de que más adelante podremos disfrutar de sol y relajación», añade.

«El país sufre actualmente de estrés colectivo, y enero es un mes particularmente deprimente incluso en los momentos buenos, y las vacaciones son una de las formas de mantener estable al Reino Unido», completa su comentario la también 'life coach' (consejera personal).

Mejor que una 'extra'

Las consideraciones realizadas por Webber son la interpretación de los datos de una encuesta realizada a ciudadanos británicos y cuyos datos han sido publicados bajo el nombre de 'ABTA Holiday Value Report' (Informe sobre Valoración de las Vacaciones). Según dicho estudio, uno de cada cinco encuestados valora más de las vacaciones el que son una oportunidad de olvidarse de las preocupaciones diarias, un porcentaje muy similar al que defiende que los más positivo es poder disfrutar de un tiempo 'de calidad' con familiares y amigos.

Relajarse y 'cargar las pilas' también es una de las ventajas más valoradas (15%), al igual que el que el tiempo de descanso sea un oportunidad de vivir una experiencia personal (11,3%).

Las motivaciones que ofrece el estudio son muy variadas y entre ellas destaca el hecho de que cinco de cada 100 encuestados considera lo más importante de las vacaciones el hecho de que puede practicar el sexo con su pareja y que casi un 2% disfruta de sus vacaciones pensando que será la envidia de los demás a su vuelta al trabajo.

El sondeo refleja que un tercio de los encuestados espera con más ilusión la llegada de las vacaciones de verano, mientras que un 12,5% anhela más el pago de una 'extra'. Como refuerzo de esta valoración, desde la ABTA se destaca que a la pregunta 'si le dieran 2.000 libras (casi 3.000 euros) la semana próxima, ¿en qué las gastaría?' un 24,5% usaría el dinero para unas vacaciones, la segunda respuesta más popular, sólo por detrás de 'pagar deudas' (31,5%) y por encima de otras como 'ahorrar' (18,23%).

Fuera de terrenos anecdóticos o valorativos, la encuesta de la ABTA refleja que un 16% de los británicos han reservado ya sus vacaciones y un 10% espera hacerlo este mes, mientras que un 9% lo hará en el último minuto. Casi la mitad de los encuestados espera gastarse lo mismo que en 2008, aunque de la otra mitad, un 32% afirma que invertirá menos y sólo un 23% que pagará más. La media de gasto en la compra de sus vacaciones (sin contar el dinero de bolsillo) es de 632,4 libras (924 euros), con una media diaria de 110,54 libras (161,5).