El pico máximo de incidencia de la gripe podría haberse alcanzado ya entre el 28 y el 3 de enero, porque la semana siguiente la tasa global de incidencia disminuyó, según datos del Instituto de Salud Carlos III, que reflejan además que Balears y Ceuta son las únicas regiones con nivel bajo de intensidad.

La enfermedad alcanzó grado epidémico entre el 28 y el 3 de enero cuando se superó el umbral de los 60 casos por cada 100.000 habitantes en todas las comunidades salvo Balears y la tasas global fue de 190,9 casos por cada 100.000 habitantes.

En la siguiente semana la tasa global de incidencia disminuyó hasta los 183,6 casos por 100.000 habitantes.

Entre el 4 y el 10 de enero, la gripe aumentó en Andalucía, Aragón, Balears, Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana - que por primera vez tiene un nivel medio de intensidad- La Rioja y Ceuta.