El colegio Guillem de Montgrí de Sant Antoni contará con un ascensor después de seis años de reivindicación ya que cuenta con una niña discapacitada en silla de ruedas y otros dos niños con problemas de movilidad. «Estamos muy satisfechos porque lo llevamos esperando desde hace tiempo», confesaba el director del colegio, Javier Rey, que se enteró ayer por la delegada de Educació, Margalida Marí, de la licitación de las obras de instalación de un ascensor.

La falta de un ascensor ha supuesto numerosos problemas en el funcionamiento del centro. De hecho, el aula de tercer curso en la que estudia la niña discapacitada ha permanecido tres cursos en la primera planta dada la imposibilidad de acceder a la segunda planta en la que se encuentran los segundos ciclos de primaria. A la primera planta se accede por una rampa pero para el piso superior, en la que se encuentran las salas de vídeo o de plástica, es prácticamente inviable. De hecho para el traslado a la segunda planta es necesario la ayuda de tres profesores: la tutora coge a la niña en brazos mientras otros profesores acarrean la silla de ruedas.

La Asociación de Padres de niños con Necesidades Educativas Especiales (Apneef) ha reivindicado en varias ocasiones la instalación de ascensores en colegios en los que hay escolarizados niños discapacitados o con problemas de movilidad. Educació ya ha instalado un ascensor en el colegio de Cas Serres que entró en funcionamiento el año pasado tras varios años de reclamar el ascensor para poder acceder a actividades educativas algunos de los niños que se encuentran en sillas de ruedas.