Los vecinos y comerciantes del barrio de es Pratet han iniciado una recogida de firmas para pedir «una solución a la falta de aparcamientos y a la suciedad en el barrio». Con carteles pegados en su escaparates y con hojas para recoger firmas han decidido trasladar su queja al Ayuntamiento de Eivissa, al que acusan de «total pasividad y «falta de atención a los ciudadanos», y al que reclaman «una solución inmediata» para ambos «problemas».

Según los comerciantes, desde que los propietarios de los aparcamientos de es Pratet decidieron cerrar sus solares impidiendo así que miles de personas puedan estacionar cada día, sus negocios se han ido vaciando de clientes, a sus clientes habituales se les complica el acceso a sus negocios y, además, su situación laboral se ha complicado hasta el punto «de no poder descargar la mercancía».

«Nos ha complicado muchísimo la vida, tanto a nivel personal como laboral porque tenemos el problema de carga y descarga y ,además, nosotros mismos no podemos ni siquiera aparcar», apuntó la farmacéutica María José Soler, quien remarcó que «es necesario buscar una solución». «Es un zona ideal para hacer un proyecto muy bonito, sobre todo por su proximidad con Eivissa, pero en cambio está toda deteriorada», destacó.

«Hay menos paso de gente por el cierre del aparcamiento y además el barrio está todo sucio. Hay muchos clientes habituales que han dejado de venir y el que viene, viene molesto», aseguró otro comerciante que prefirió no dar su nombre.

Por su parte, Carlos, de la pastelería Bon Gusto, apuntó que el problema se agravará en temporada. «Va a ser un caos, si ahora no podemos aparcar ni cargar ni descargar, qué vamos a hacer en verano», expresó.

La recogida de firmas fue una iniciativa de todos los comerciantes y vecinos de la zona, que tan sólo en un día han agotado las primeras páginas debido a la cantidad de clientes que deciden dar apoyo a sus reclamos. Se trata de reivindicaciones concretas para un barrio que acaba de dar un giro de 180º desde que la semana pasada se cerraran los disuasorios de es Pratet; un conjunto de terrenos privados que fueron utilizados como aparcamiento gratuito durante las últimas dos décadas.