Tras varios anuncios fallidos de previsión para el inicio de la actividad en el nuevo cuartel de la Guardia Civil en Can Sifre, finalmente parece que la segunda quincena de enero verá la apertura de puertas y el traslado de todo el personal del Instituto Armado a estas instalaciones cuya construcción se iniciaba a mediados de 2005 y su primera fecha de finalización estaba prevista para julio de 2007.

«En estos momentos el personal de Eivissa está pendiente del traslado del mobiliario y algunos elementos, así como de la limpieza final, y se calcula que en unos 15 días esté completado el traslado a Can Sifre y se empiece a trabajar en la nueva instalación», aseguraron ayer fuentes de la Comandancia del Instituto Armado en Balears.

El traslado al que hacen referencia desde la Benemérita afecta a diferentes unidades distribuidas en los otros acuartelamientos de la Isla (la Policía Judicial, por ejemplo, no cuenta con una única sede y ha sido repartida entre Sant Antoni y Santa Eulària) pero, fundamentalmente, a los grupos y servicios que hasta ahora ocupaban el recinto de sa Coma (entre ellos algunos servicios administrativos, el Servicio de Protección de la Naturaleza o los artificieros).

La nueva instalación, que viene a sustituir a la antigua instalación ubicada en el mismo solar en el que se ha levantado el nuevo cuartel, contará con una estructura con sótano y tres plantas levantadas en un solar de 2.800 metros cuadrados. Además de acoger los despachos de las unidades operativas y de unos calabozos, realizará también las funciones de casa cuartel. Para ello, contará con nueve viviendas de 97 metros cuadrados para familias y 30 apartamentos de 22 metros cuadrados para los guardias solteros, además de espacios de uso común.

Continuos retrasos

Si se cumple el último plazo fijado por la Guardia Civil para abrir el cuartel de Can Sifre, éste llegará con año y medio de retraso respecto a las previsiones iniciales, que fijaban como fecha de entrada en funcionamiento julio de 2007.

Los explicaciones para tal demora han sido varias a lo largo de estos más de 18 meses de retraso. En noviembre de 2007, el Gobierno respondía por escrito a una pregunta formulada al respecto por el diputado del PP Enrique Fajarnés asegurando: «Con motivo de la construcción, por el Consell Insular de Eivissa, de una carretera en la zona del nuevo acuartelamiento, se ha producido un retraso en la realización de diversas acometidas, así como en la finalización de los accesos y del cerramiento del cuartel».

Posteriormente se alegaría que las obras de la rotonda de Can Sifre habían obligado a buscar un nuevo emplazamiento para el transformador eléctrico que debía dar servicio al cuartel, situado en su parte delantera.

Los problemas económicos de la empresa adjudicataria de las obras es el último escollo apuntado. Al respecto, el pasado 17 de diciembre, el director general de la Guardia Civil y la Policía Nacional, Francisco Javier Velázquez, afirmaba en la Comisión de Interior del Congreso que estaba «pendiente de realizar la liquidación previa entre la dirección facultativa y la empresa constructora y la supervisión de dicha liquidación».

Buena parte del material y el personal que ocuparán el nuevo acuartelamiento estaban destacados actualmente en el recinto de sa Coma, cuyo uso ha cedido el Ministerio de Defensa al Consell Insular d'Eivissa hasta que se concrete la venta a la institución ibicenca.

Desde el Consell se aseguró que se les había comunicado que se produciría una retirada progresiva por parte de la Benemérita, en especial de aquellos recursos materiales más difíciles de trasladar o de encontrar acomodo en las nuevas instalaciones.

Respecto a la cesión, fuentes insulares explicaron que esta se ha completado pero que todavía no supone «cambios visibles» en el recinto, más allá de que la vigilancia del espacio tenga que ser asumida por el Consell a través de la contratación de una empresa privada.