Vilera (1962), nació en la calle Ignasi Wallis, «en una casa que ya no existe», dice con cierta nostalgia. Casada y con dos hijos; es maestra, especialista en Pedagogía Terapéutica; psicóloga clínica y logopeda, tres carreras que hizo en Barcelona. Lleva 22 años, primero en Barcelona y después en Eivissa, trabajando con personas discapacitadas. Desde 1996 es jefa de sección de discapacitados y salud mental del Consell d'Eivissa. Adora el mar y la luz de Eivissa. Siempre con una sonrisa, Mercedes Prats confiesa que, a veces es el alma de las fiestas

-Usted tiene fama de humorista entre sus amigos y gastarle bromas.

-Sí, de ser guasona. Más que la broma me gusta que el ánimo sea alegre, que la gente esté bien y contenta.

-A usted le gusta mucho la playa ¿Cómo se las arregla para ir si no conduce?

-Porque todo el mundo es muy solidario, me quieren mucho y me llevan.

-Y si no se va en moto.

-Pues sí, tengo una moto preciosa.

-¿Cuál es su playa preferida?

-Benirràs, las de Formentera y cualquier playa que no haya mucha gente.

-¿Qué le parece Eivissa en verano?

-Es muy difícil convivir con el turismo, pero siempre piensas que son dos meses y, de hecho, pasan rápidos. Es un bien económico y una alegría económica para muchos. Quizás yo no necesito el turismo para vivir aunque sí indirectamente porque afecta a mucha gente y hay que ser solidario.

-¿Cómo ve Vila?

-Es donde he nacido y crecido, pero pienso que han prevalecido demasiado los intereses económicos y me cuesta identificarme con ella. Estoy con una crisis existencial con esta ciudad porque no me gusta. Pienso que está demasiado atropellada y mal organizada.

-¿Y el resto de la isla?

-Es preciosa pero pienso que el tema económico ha pesado demasiado y esto ha sido a costa de castigarla.

-Con esta crisis existencial con Vila no se planteará emigrar.

-No, no, estoy a gusto. Están los míos.

-¿Ha llegado a implicarse emocionalmente con su trabajo?

-Sí, sí, muchas veces, sobre todo al principio. A medida de que tienes más madurez, personal y profesional, hay una distancia pero no te alejas del paciente sino que te proteges, lo necesitas.

-De hecho tiene un familiar con una discapacidad

-Sí, mi hermano. Al principio está distancia, que tiene que ser protectora, la traspasas con facilidad y ahora incluso puedes ser más profesional.

-Su padre es pintor y su hijo estudia Magisterio Musical. ¿El arte fluye por sus venas?

-Yo creo que no, no se pintar (risas). El arte es un poco una capacidad de percepción y creo que he heredado esta capacidad de percibir lo que hay alrededor y me va bien para mi trabajo.

-¿Qué desea para 2009 y no me diga que salud, paz y amor?

-Que me quede como estoy, Todos tenemos salud y estamos bien. Me da miedo pedir cosas demasiado buenas.