V. THOMAS

La construcción del nuevo hospital de Can Misses, cuyo inicio está previsto para el año próximo, «podría producir un importante colapso del tráfico en el entorno del actual centro, una situación que podría generar situaciones de riesgo en las urgencias hospitalarias», apuntaron fuentes de la Conselleria de Salut. Para evitar esta situación, las mismas fuentes explicaron que el Ib-Salut tiene preparado un proyecto por el que se aprovechará el hospital de Formentera para descargar a la instalación ibicenca.

Según la propuesta, a la Pitiusa menor se derivarán aquellos pacientes que deban ser ingresados para estancias cortas de enfermedad común o aquellos que precisen de cirugía ambulatoria y que pueden recibir el alta el mismo día o al día siguiente.

Los pacientes afectados por este traslado temporal serán únicamente los que tengan su tarjeta sanitaria en centros de Sant Joan y Santa Eulària. «Se ha decidido dividir en dos la Isla de Eivissa para no afectar a tantos pacientes y para ello se ha aprovechado el que en Santa Eulària exista un embarcadero desde el que pueden partir embarcaciones que realizarían los traslados de las personas imposibilitadas», añadieron desde el Ib-Salut.

Fuentes de Can Misses reconocieron que Formentera puede acoger intervenciones menores y enfermedades comunes aunque consideraron que habría que reforzar su plantilla y ofrecer indicaciones claras a los médicos de los centros de salud sobre qué pacientes pueden ser trasladados.

La propuesta del Ib-Salut está pendiente de recibir el visto bueno de la Direcció General de Transports del Govern puesto que este organismo debe autorizar el uso en invierno del embarcadero ubicado junto al puerto deportivo de Santa Eulària.