El Consell aprobará en el pleno del mes de enero el anteproyecto de la planta de selección de residuos, una instalación que comenzará a construirse en 2009 en el vertedero de Ca na Putxa y que tendrá una superficie enorme: 30.000 m2. Tiene capacidad para llegar a reciclar 150.000 toneladas de residuos a través de un sistema totalmente automatizado con sensores ópticos y magnéticos que separarán los residuos que lleguen en masa.

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, advierte de que esta nueva instalación no debe desincentivar a los ciudadanos a la hora de reciclar, porque separar los envases, el papel y el vidrio ya desde casa tiene un resultado más óptimo. «La recogida selectiva de los residuos en origen tiene un rendimiento mucho mejor, porque el de estas plantas no supera el 10%», indica el conseller, que resalta que lo importante de esta instalación es que también absorberá todos los lodos de las depuradoras, que han tenido un incremento «bestial» en los últimos años y que alcanzan las 25.000 toneladas.

Además, cuando se ponga en marcha esta planta los ayuntamientos también podrán instalar el contenedor para materia orgánica, que hasta ahora no se ha puesto en las calles porque el material no se podía llevar a ningún lado. En esta planta habrá dos circuitos separados: la fracción orgánica, que llegará de los contenedores y genera un compost de más calidad y la materia orgánica, que es la resultante del proceso de selección. En una balsa se verterán los lodos de depuradora y también se asumirán los restos de poda. Todo este material luego tendrá un uso agrícola como abono. La planta también separará plásticos, vidrio y papel, que irán a parar a la planta de transferencia.

Actualmente el vertedero de Ca na Putxa recibe entre 140.000 y 150.000 toneladas de residuos anuales, pero se calcula que cuando entre en funcionamiento la planta sólo llegarán 110.000, ya que todos los restos de construcción deben servir para la regeneración de canteras.

La semana pasada el Consell alcanzó un acuerdo con la Unión Temporal de Empresas (UTE) Giref, que es la que gestiona el vertedero, sobre el anteproyecto. En total habrá 26 túneles de compostaje y se reservará espacio para dos más «Estos túneles permitirán asumir todos los residuos en el momento punta de la etapa estival junto con los lodos de depuradora», explicó Prats. En la planta también habrá oficinas y un aula medioambiental para mostrar todo el proceso de reciclaje de residuos.

Las obras de esta macroplanta, que costará 33 millones de euros, comenzarán en 2009 y el plazo de ejecución es de más de un año. Además, hace falta un tiempo de rodaje, según el conseller, porque es un sistema físico-químico que no está al 100% de operatividad desde el primer día. En enero se aprobará el anteproyecto y cuatro meses después se aprobará el proyecto definitivo.

El vertedero de Ca na Putxa durará menos de 20 años. Así lo advierte el conseller Albert Prats, que matiza que estas previsiones tampoco son del todo fiables porque quizás la tecnología evoluciona de tal forma que la vida del vertedero se puede alargar. «La política de retirar los restos de construcción y hacer una planta de selección contribuirá a reducir los residuos», indicó Prats, que añadió que lo que vaya a parar al vertedero se compactará más y se reducirá el volumen. Una vez se clausure se tendrá que rehabilitar y replantar.

En principio se ha descartado la planta de biometanización, a través del cual se genera energía eléctrica a partir del biogás producido. Según explicó Prats, se ha seguido un criterio técnico, ya que la biometanización «no está funcionando en ningún lugar». «Con la fluctuación de residuos que tenemos Eivissa según los técnicos no habría garantías de funcionamiento y sería una inversión más cara», dijo Prats, que asegura que tampoco se ha descartado del todo.