El Ayuntamiento de Eivissa aprobó ayer la última versión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) sin el apoyo del grupo popular, que calificó el nuevo ordenamiento de «desarrollista» y acusó al equipo de haber perdido cuatro años en llevar a cabo la tramitación (la primera aprobación inicial del plan fue en 2003) permitiendo «la construcción masiva». «Menos mal que se dicen protectores del territorio porque por lo que hemos visto son los responsables del gran desarrollo de la ciudad», acusó la portavoz popular Virtudes Marí.

El concejal de Urbanismo, Vicent Torres, señaló que el planeamiento «es un cambio importante que beneficia a esta ciudad de forma sustancial» porque «duplica las zonas verdes y casi duplica el equipamiento» existente. Asimismo, Torres dijo a la portavoz popular que le da «mucha lástima no tener una oposición con nivel para que pueda aportar algo al plan general» y que se dedique «nada más que a la crítica con desclasificaciones generalistas» y ante una ordenación que, según el edil, «resolverá los problemas presentes y futuros».

En datos, el planeamiento prevé reducir en casi 20.000 habitantes el techo de población fijándolo en 98.754 plazas y pasar de 399 hectáreas de suelo rústico a 480, lo que significa un 44,85% de suelo del municipio. Esto se logrará principalmente con la desclasificación de suelo urbano a rústico de ses Feixes donde se prevé crear un gran parque. El porcentaje de suelo urbano también crece, consolidando los terrenos que en el anterior Plan General eran urbanizables y sumando así 561 hectáreas de suelo urbano en un municipio de 1.071 hectáreas, lo que supone un 44,85%. Entre las principales zonas a desarrollar destacan sa Joveria, donde se construirá el nuevo hospital, equipamientos y viviendas, Ca n'Escandell, la zona Mare Nostrum, en Platja d'en Bossa y es Pratet.

En lo que se refiere a zonas verdes, el PGOU sumará 484.387 metros cuadrados a los ya existentes con la creación de un gran parque urbano en Ca n'Escandell y en los alrededores del recinto ferial. También prevé la edificación de 600 viviendas de protección oficial en Ca n'Escandell y sa Joveria, donde también se reservan solares para equipamientos socisanitarios al igual que en sa Colomina. También se prevén terrenos para equipamientos docentes en sa Joveria, es Pratet y Ca n'Escandell.

Historia y debate

El planemamiento aprobado ayer de forma inicial viene a suplir al anterior, que data de 1987 y fue redactado por el Partido Popular cuando gobernaba en el Ayuntamiento de Eivissa. Un plan que en 1999 se decidió cambiar cuando llegó Xico Tarrés a la alcaldía pero que no tuvo su primera aprobación inicial hasta cuatro años después, en 2003, comenzando así una larga tramitación que concluyó con su modificación y su nueva aprobación inicial, ayer, cinco años después. En torno a todo este tiempo, gobierno y oposición hicieron un poco de historia para recriminarse mutuamente decisiones del pasado tomadas por sus antecesores en las instituciones. En el caso del concejal de Urbanismo, Vicent Torres, recriminó a Marí que el Consell gobernado por Pere Palau «paralizó un año y medio el plan» la tramitación del plan, ya que es la máxima institución la que tiene que dar el visto bueno definitivo. «Por lo que, salvo ese año y medio retrasado por voluntad política, cuatro años es un tiempo muy aceptable para tramitar un plan», señaló Torres, que comenzó su recuento desde que llegó a la concejalía de Urbanismo, en 2003.

Por su parte, Marí, criticó que en 2001 «Vila tenía exactamente 15.059 viviendas» y que a día de hoy suman «29.322». «Han tardado porque desde 2003 ingresaron 13 millones de euros en licencias de obras y les ha venido muy bien», acusó la portavoz del PP, que indicó también que el máximo de viviendas previstas según la última modificación el PGOU, 27.920, son menos que las que hay actualmente.

Discrepancias

Para Torres, el cálculo que ha hizo la oposición sobre el número de viviendas no es real. «Nuestro cálculo está basado en un sistema oficial y si usted lo pone en duda, pone en duda la ley», destacó el edil, que señaló además que las licencias urbanísticas que se dieron en los últimos años se otorgaron en lo que se denomina 'planeamiento incorporado', lo que supone que las licencias cumplen con el plan antiguo y con el nuevo. «No podíamos hacer nada porque estaba todo planificado», indicó el edil, que señaló que desclasificar a suelo rústico lo que ya estaba previsto en el anterior planeamiento hubiera costado «tres o cuatro mil millones» a las arcas municipales.

Por último, Marí señaló que «si el plan se hubiera comenzado a tramitar en 1999, hoy tendríamos una ciudad muy distinta». Para la portavoz popular, la nueva ordenación «está llena de errores» y sólo podrá pasar la aprobación definitiva «si los técnicos del Consell d'Eivissa son muy benevolentes».

El Plan General estará ahora un mes en exposición pública, volverá a ser aprobado por el pleno municipal y después será enviado al Consell para su aprobación definitiva.

El Ayuntamiento aprobó también una subida del precio del agua del 33%, que comenzará a regir a partir del próximo mes y que no incluirá a las familias numerosas y será más reducida para los ahorradores. Este aumento fue aprobado sin el apoyo del PP, y supone la forma de financiar el arreglo de las desaladoras de Vila y Sant Antoni.

Por otra parte, también se aprobó el convenio urbanístico con los propietarios de Sa Jovería, que permitirá que la cesión de los terrenos a la Conselleria de Salut para la construcción del hospital pueda tener lugar antes que la aprobación definitiva de la nueva ordenación urbanística.

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El PGOU contempla la reconversión de la avenidad de la Paz en vía urbana, que integrará los dos sectores de la ciudad actualmente partidos por el primer cinturón de ronda. De esta forma, el nuevo planeamiento prevé que que la ciudad cuente con un total de 7.543 plazas, una vez se sumen las 3.500 proyectadas por la nueva ordenación, que en su mayría será de pago. Las mismas estarán repartidas en la estación de autobuses, con 700 plazas soterradas, otras 300 plazas en la antigua plaza de Toros, y 700 aparcamientos más soterrados en Eivissa Centre. Asimismo habrá otras 270 plazas en la nueva Sa Graduada, 800 en el tramo central de la avenida de la Paz, aunque según el Plan de Movilidad se podrían alcanzar las 3.000 plazas. En Can Cantó se sumarán otras 241 mientras que en el puerto y la avenida de Santa Eulària serán 400.