Cola de desempleados ante la oficina del SOIB en la ciudad de Eivissa.Feria de FP en Eivissa.

La crisis económica, y su traslado al mundo laboral, no hace demasiadas diferenciaciones y nos afecta a todos por igual, a pesar de que resulta evidente que algunos sectores la están padeciendo con mayor intensidad. Esto mismo se puede decir en cuanto al 'género' de la recesión; las dificultades laborales afectan a ambos sexos pero sí se puede apreciar claramente que la crisis tiene rasgos masculinos.

Según los datos publicados por el Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB), en lo que va de año el paro masculino ha pasado de ser minoritario en comparación al femenino (un 47,2%) a suponer el 56,6% del total. En cifras, esto representa que en enero de este año había registrados 3.350 hombres desocupados por 3.746 mujeres. A finales del mes pasado, había 5.622 varones desocupados por 4.312 féminas.

La diferente evolución resulta clara y se traduce que, entre los 2.838 nuevos parados acogidos al sistema de protección social, 2.272 eran hombres y 566 mujeres; una proporción de 80/20.

El dato en si no debe sorprender tanto como la proporción puesto que es evidente que la presencia femenina en las empresas constructoras es mínima o nula. Quedaba entonces por ver la capacidad de recolocar a los albañiles y operarios en actividades del sector servicios una vez iniciada la temporada.

En este sentido los datos son elocuentes. Hasta abril, los valores de paro masculino se situaban todavía por debajo del femenino (2.632 del primero frente a 2.929 del segundo), incluso con progresivas bajadas respecto a enero.

Pero en el inicio de la temporada, mientras la cifra de desempleadas empezaba a caer (2.078 en mayo, cifra que bajó en agosto hasta 1.827), la paralización de las escasas construcciones en marcha impulsó el desempleo masculino (2.504 parados en el quinto mes del año) que no ha dejado de incrementarse hasta los más de 5.600 desocupados registrados el pasado mes.

Por municipios se repite la tendencia a una mayor degradación del empleo masculino, si bien los de menor población presentan los índices más extremos. Mientras en Formentera el paro masculino alcanzó el 60% del total (295 hombres por 195 mujeres), en Sant Joan se roza la paridad con el 51% (144 por 138).