Dorian Marbán y Cristian Roig posan en una parte de la finca de Santa Eulària donde construirán su proyecto de centro de interpretación ambiental. Foto: GERMÁN G. LAMA

La idea les llevaba rondando por la cabeza hace algo más de año y medio, pero fue en enero cuando empezaron a trabajar en la recuperación de la finca Can Pagès, ubicada en la carretera de Santa Eulària, y cuando decidieron crear su empresa, Eivissa autòctona S.L.. En esas cuatro hectáreas, Dorian Marbán, de 32 años, y Cristian Roig, de 29 construirán un centro de interpretación del medio ambiente en el que se recuperarán flora y fauna autóctonas, se instalará un aula ambiental y se fomentará la jardinería sostenible, entre otros tantos aspectos que, según comentan, irán desarrollando a medida que avance el proceso de construcción.

Estos dos amigos decidieron presentar su idea a la cuarta edición de los premios Joves Empresaris de Balears, que entrega la asociación con el mismo nombre, y resultaron ganadores de la categoría Emprenedor Jove en la que consiguieron una placa de reconocimiento y 2.500 euros: «No se nos pasó por la cabeza que fuéramos a ganar porque había proyectos muy avanzados tecnológicamente cuando nosotros presentamos uno que defendía la agricultura y la ganadería tradicionales, pero con la intención de dinamizarlos, de hacerlos diferentes», afirma Cristian. Su amigo Dorian puntualiza: «Son actividades que se han hecho siempre, pero queremos que sobre todo la gente joven vea el campo como algo más que recoger patatas, que es posible conseguir un ingreso económico y que al mismo tiempo consigues una gran satisfacción personal».

La idea de este centro de interpretación se centra en la sensibilización y concienciación de la población: «El concepto es similar a las que ya existen de centros de interpretación de la naturaleza que existen por todo el país, pero vamos un poco más allá. Queremos explicar los procesos naturales ecológicos, fomentar el reciclaje, la ganadería autóctona, sensibilizar en cuanto a prácticas ecológicas, crear un aula ambiental para dar conferencias, habilitar una zona donde se pueda hacer compostaje y fomentar la jardinería sostenible con plantas de la isla, entre otras muchas actividades. La intención es sentar una serie de actividades y hacer la interpretación de ellas para mostrar los beneficios de estos procesos», explica Cristian. Los amigos definen el proyecto como «ambicioso» porque estas ideas iniciales se ampliarán con el paso del tiempo: «Queremos llegar a tocar la producción de energías renovables», puntualiza Dorian, que además añade: «Sería estupendo que el resto de municipios tomaran la misma idea». El proceso de recuperación y limpieza de la finca se encuentra bastante avanzado. Según cuentan, ahora les queda esperar subvenciones y que las condiciones meteorológicas mejoren: «Hemos pedido varias ayudas económicas para poder comprar maquinaria y empezar con las obras. Por el momento no hemos podido avanzar mucho porque el tiempo está siendo bastante malo; está todo embarrado y eso dificulta las tareas». Cuando se den todas las condiciones necesarias retomarán la actividad: «Ganas no nos faltan», cuenta Cristian.

María José Real