Los constructores de Balears vaticinaron ayer que al término de la legislatura el Govern no habrá construido ni la mitad de las 5.000 viviendas de protección oficial que se marcó como objetivo el conseller d'Obres Públiques i Habitatge, Jaume Carbonero. Él mismo reconoció hace unos días que será imposible cumplir con el objetivo.

El director de la Asociación de Constructores de Balears, Manuel Gómez, recordó que la Conselleria ha convocado un concurso para la compra de suelo al que se han presentado más de 50 aspirantes que ofrecieron suelo con capacidad para la construcción de 30.000 viviendas.

«El Govern todavía tiene que decidir con cuánto suelo se queda y cuando lo haya decidido, deberá desarrollar urbanísticamente los proyectos, llegando de acuerdos con los Consells y los Ayuntamientos», razonó Gómez, para quien en 2010 «no se habrá puesto ni un sólo ladrillo».

El constructor opinó que Carbonero dio falsas esperanzas cuando anunció que entre finales de 2007 y principios de 2008 dijo que habría viviendas a 90.000 euros. La gente pensó que la edificación de estas viviendas protegidas sería «mucho más rápida», lo que en un principio desalentó a posibles compradores de adquirir una vivienda libre, si bien la fuerte crisis económica «ha terminado de frenar las ventas», que en Balears han caído un 60%.

«La Administración es la única que tiene mecanismos para disponer de suelo barato, y ahora nos interesa que empiecen cuanto antes las promociones para incentivar la ocupación», señaló Gómez.