La mansión de Cretu continúa presidiendo el pla de Corona pese a que ayer, 1 de noviembre, se cumplía el plazo para demolerla. El alcalde de Sant Antoni, José Sala, reconocía hace unos días que no llegarían a tiempo, pero «por poco». De hecho, esta misma semana salió a concurso la adjudicación de la demolición, que costará un millón de euros y que durará tres meses. No en vano, hay 3.115 metros construidos.

El plazo a partir del cual el grupo ecologista GEN puede pedir la demolición forzosa de la mansión vencía la medianoche de ayer. La dirigente del GEN Neus Prats explicó que mañana se reunirán con sus abogados para decidir si la solicitan. De todas formas, Prats ya advierte que el caso ha tomado una nueva dimensión después de conocerse el brutal exceso de edificación de la casa Cretu. Pese a que tenía licencia para construir menos de mil metros cuadrados, los ecologistas denuncian que ha edificado 3.115. Por eso calculan que el Ayuntamiento le puede imponer una fuerte sanción, de unos tres millones de euros, por haber sobrepasado de tal forma la licencia, un permiso que se otorgó ilegalmente por parte del Consistorio y que ha originado la orden de derribo.

Es por este motivo por el que ahora el GEN se plantea actuar contra el promotor, el músico rumano Michel Cretu, y pedir su imputación porque puede haber incurrido en un delito contra la ordenación del territorio. Todo ello después de conocerse la documentación oficial del Ayuntamiento de Sant Antoni según la cual Cretu tiene 3.115 metros cuadrados de mansión en una zona inedificable. «Cretu está perdido, esto le saldrá carísimo», destacó ayer la dirigente ecologista, que pidió al Ayuntamiento de Sant Antoni que vaya contra el promotor y que no siga excusándose en que será el pueblo de Sant Antoni el que tendrá que pagar una indemnización millonaria.

El abogado del músico, Jaume Roig, dijo ayer en declaraciones a IB3 que el GEN está en su derecho de pedir la imputación de Cretu pero insistió en que «no hay que olvidar» que la casa cuenta con una autorización del Consell «que nunca ha sido impugnada». De hecho, han interpuesto un recurso para ver qué es lo que se tiene que demoler. Roig todavía insiste en que el Ayuntamiento deberá pagar una fuerte indemnización porque Cretu construyó en base a licencia.

El alcalde José Sala aseguró esta semana que no es tan optimista como el GEN en cuanto a las cifras que deberá pagar Cretu por sanciones urbanísticas, aunque anunció que ya han abierto un expediente de infracción y aseguró que esta es una importante arma con la que lucharán. Ayer, desde el GEN le animaron a ir contra el promotor. «El Ayuntamiento puede estar bien tranquilo porque no tendrá que pagar; hasta ahora sólo han trabajado para evitarle dolores de cabeza a Cretu», añadió la dirigente. A partir de ahora la juez puede imponer multas sobre el patrimonio personal del alcalde por incumplir el derribo. Sala dijo esta semana que intentará defenderse de ello, pero aseguró que un Ayuntamiento como el de Sant Antoni no tiene medios ni humanos ni económicos para hacer frente a un derribo tan complicado.

En la última semana la defensa de Cretu, que había pedido una nueva aclaración sobre qué es lo que hay que tirar, recibió otra comunicación del tribunal en la que aseguraba que «no procedía la aclaración solicitada». «Que acaten la ley de una vez, que la ley es igual para todos», concluyó la dirigente del GEN.

La revista alemana 'Der Spiegel' ha publicado un reportaje sobre la demolición de la casa Cretu en la que aparecen declaraciones sorprendentes del abogado del músico. Jaume Roig dice textualmente que «a un ibicenco rico esto no le hubiera pasado». Roig amenaza en la publicación con pedir una indemnización de 18 millones de euros. También el propio Cretu habla: «Estuve contento de escapar del régimen comunista de Ceaucescu y ahora me quieren quitar esto». En la revista se asegura que el famoso músico, que ha vendido 40 millones de discos, tiene la impresión de que se le quiere echar y que es el cabeza de turco de todas las infracciones urbanísticas de la isla. En la revista defienden abiertamente a Cretu y aseguran que su «éxito global» es una de las mejores publicidades para la isla, que «por lo demás solo vive de la fama de ser el 'picadero' de la juventud europea».

La revista va más allá y dice que Cretu consiguió los permisos cuando gobernaba el PP. Entonces sólo «un par de ecologistas» lo denunciaron. Ahora atribuyen erróneamente la demolición de la mansión a que la izquierda ha tomado el poder. 'Der Spiegel' compara este caso con el de Boris Becker en Mallorca y critica que se busca ejemplarizar con un personaje famoso. «Aquí hay mucha envidia en juego, además de un poco de odio a los extranjeros por parte de los ibicencos», añaden desde la publicación alemana, que asegura que en Eivissa hay cientos de ilegalidades urbanísticas. En la revista aseguran que el «castillo» de Cretu tiene 2.000 m2. El propio músico asegura que con este «castillo de Alí Babá» como él mismo lo define, ha visto realizado un sueño de la infancia.