El proyecto de campo de golf que impulsa el grupo de Empresas Matutes en Platja d'en Bossa necesita no sólo la resolución de la Conselleria balear de Medi Ambient, sino también de un informe de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento, para poder ser abordado en la comisión insular de urbanismo (Ciotupha) del Consell.

En principio desde el Consell dudaban de la obligatoriedad del informe, pero al parecer es necesario por estar el campo de golf muy cerca del aeropuerto y, por tanto, dentro de la huella sonora de los aviones. En Aviación Civil a su vez están esperando el informe de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) previo a su dictamen.

Recientemente Fomento obligó a un golf de Melilla cercano al aeropuerto a secar sus lagos porque las aves que allí anidan eran peligrosas para el tráfico aéreo. Desde la máxima institución insular explicaron ayer que la tardanza en emitir informe por parte del Ministerio de Fomento llegó a hacerles pensar que se podía interpretar como silencio positivo, aunque al parecer sí que están elaborando un dictamen sobre esta instalación.

Por otro lado es necesaria la aprobación de la Comissió balear de Medi Ambient, que se pronunciará lo más seguro en noviembre sobre la idoneidad de este campo de golf, que linda con el parque natural de ses Salines. Este proyecto lleva casi un año esperando un dictamen de esta comisión, ya que entró en diciembre de 2007.