El Ayuntamiento de Sant Josep pondrá en marcha el próximo miércoles la tercera fase del Plan de Excelencia Turística de Cala de Bou con el objetivo de finalizar las obras antes de que termine el año. Es una decisión que no gusta nada los comerciantes de la zona que le han pedido al Cobnsistorio que las obras comiencen a final de mes debido a que «todavía hay unos pocos turistas y la temporada ha sido muy mala, la peor en los últimos quince años». Así lo aseguran desde la asociación de comerciantes de Cala de Bou, Bahía Negocios, que recibieron un 'no' por respuesta. Finalmente, los trabajos comenzarán el próximo día 15, una fecha que los comerciantes no entienden muy bien «porque cae en miércoles».
«Por una semana o doce días más no cuesta tanto a la administración pero sí puede afectar muy negativamente a los negocios», apuntó Chris Langley, integrante de la agrupación, que entiende esta decisión de comenzar cuanto antes es por una cuestión de plazos de financiación por parte del Govern balear y del Ministerio de Fomento debido a que las obras para ser subvencionadas tienen que estar finalizadas antes de 2009. «Lo entendemos, pero podrían empezar doce días después, e intensificar el trabajo en noviembre».
Desde la asociación apuntaron además que los comerciantes «han perdido turistas en los meses de mayo y junio, cuando las obras seguían en marcha, y que ahora perderán el mes de octubre». Además, señalan que debido al gran retraso en la ejecución del plan, «cuando terminen la tercera fase tendrán que empezar de nuevo porque hay cosas mal diseñadas y esto no se parece en nada a lo que nos mostraron en los planos», concluyó Langley.
Los trabajos de ésta última fase del Plan de Excelencia serán de soterramiento de infraestructuras de luz, agua y pluviales, así como la finalización y embellecimiento de la acera sur del tramo comprendido entre la calle Lugo y la calle Madrid, que supone unos 300 metros de distancia.
La recta final
Según informó el Consistorio, para poder realizar estas obras, durante los próximos meses se modificará el tránsito de diferentes calles ante la imposibilidad de circular por la calle Caló, que comprende el último tramo entre las calles Lugo y Madrid. Para minimizar el impacto en la circulación, según explicó la concejala de Turismo, María Àngeles Mostazo, la calle Málaga será de doble sentido, y se habiliatará un aparcamiento con capacidad para 70 vehículos al final de esta vía. Mediante el cambio de sentido de estas calles, el Consisitorio garantizará el acceso a todas las viviendas y establecimientos turísticos afectados por las obras. «Pedimos disculpas a todos los ciudadanos y comerciantes que puedan verse afectados por estas obras y esperamos que en un par de meses estén listas y podamos dejar el plan de excelencia en condiciones», señaló Mostazo.
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