C

omo un disparate. Así surgió la idea de crear estos retratos que reflejan, según su creador Jordi Marsal, «la fauna de la isla. Se ha escogido desde el trabajador más anónimo de la sociedad hasta el campeón de motociclismo».

Dice Jordi Marsal que cada personaje transmite algo; él ha plasmado en estos retratos este reflejo personal de cada uno. Entre ellos, destaca el de Olga: «Me lo he pasado realmente bien pintando este retrato. También con la familia, que ya veréis, es muy gracioso», comenta pocos minutos antes de destapar los cuadros, cada uno por su protagonista.

Jordi es ajeno a la isla de Eivissa, por lo que no tiene demasiados referentes y asegura que ha pintado sin ningún tipo de presión: «No influye estar pintando a un personaje conocido».

Pasadas las nueve y media de la noche, llegaban rostros conocidos: Masiel, muy colorida; Cari Lapique, acompañada por dos amigas y Àngel Nieto, muy sonriente ante el evento. Una vez reunidos todos alrededor de los retratos, fue Àngel el primero en descubrir su 'otro yo'. Ansioso, levantó la tela rápidamente para dejar ver su rostro pintado en tela y el de Valentino Rossi. «Anda, si nos parecemos...», bromeó Àngel.

Después de destapar algunos más, le llegó el turno a Cari. Al quitar la tela, los aplausos llenaron el salón: «Realmente está muy conseguido», comentaba la gente

Y así uno tras otro para celebrar la apertura de esta exposición de retratos surgida como consecuencia de «un juego de niños; u disparate». Marina Bonet