B.MUNAR/ EFE

Pese a que es la primera vez que una crisis llega y se instala con tanta rapidez en un entorno en el que hay tantos inmigrantes en la isla, el sindicato UGT no descarta que a medio plazo los extranjeros, sobre todo los no comunitarios, se vayan de Eivissa. «Con toda probabilidad, se irán igual que vinieron a otro lugar donde encuentren un puesto de trabajo y puedan mantener el nivel de vida que se merecen». Así lo auguró, ayer el secretario general en las Pitiüses de UGT, Diego Ruiz, después de que se hayan dado a conocer los datos de ocupación laboral en Eivissa, donde siete de cada diez parados que dejó el mes de julio son extranjeros no comunitarios.

Según Ruiz hay que descartar cualquier percepción xenófoba de estos resultados, porque «hay que tener en cuenta que son personas que no poseen formación, tienen contratos de corta duración en las empresas y, por tanto, son los primeros de los que (los empresarios) prescinden», remarcó.

El secretario general no ve una fácil solución a este problema, pero afirmó que así como «un porcentaje de extranjeros se irán, otros se quedarán». Por este motivo las instituciones, administraciones y organizaciones empresariales deben «proponer y organizar cursos de formación que capaciten a los extranjeros en otros ámbitos de trabajo». Ruiz vio en la nueva ley de dependencia un espacio donde se crearán nuevas necesidades laborales y opinó que éste sería un buen punto de partida para formar a las personas sin titulaciones. Otros ámbitos que destacó fue el de los servicios y también el de la energías renovables.

Recientemente, el president del Govern Francesc Antich anunció inversiones en obra pública para mejorar esta situación económica desfavorable. En este sentido, Ruiz destacó que se trata de una solución «de carácter inmediato , pero que no debe ser la única medida a tomar». Afirmó que es necesario que haya una «planificación a medio y largo plazo» que sirva para decidir «qué queremos de nuestras islas, qué actividades queremos potenciar y qué formación y preparación necesitan los trabajadores. De esta manera, si en unos años se vuelve a dar esta situación, estaremos mejor preparados», afirmó contundente.

El número de inmigrantes, solicitantes de asilo y refugiados que quieren abandonar España y volver a su país de origen se ha disparado en los últimos meses, según datos de Cruz Roja, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y la Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem).

Estas tres ONG facilitan el retorno voluntario, un servicio dirigido a los extranjeros que quieren volver a su país de origen y que no cuentan con los medios necesarios para ello. El proceso de retorno se hace en cuatro fases progresivas: el asesoramiento, la tramitación de documentos, el apoyo económico para costear el viaje y el asentamiento en el país, y el seguimiento de la situación de los retornados.

Al estudiar cada solicitud, las ONG tienen en cuenta la experiencia vital del inmigrante y aspectos como las dificultades de integración, el desarraigo, los desequilibrios emocionales provocados por la pérdida y la separación de la familia