a Comisión de Fiestas de Santa Maria siempre las ha planteado como un acto reivindicativo de la cultura popular y la vinculación, a través de la conquista de las tropas catalanas de las Pitiüses, con un legado común. Por eso siempre hay que estar muy atento a los guiños, a las críticas que se hacen en el pregón de las fiestas y aunque en la noche del martes hubo garrotazos y aplausos, según el lado en que se mirara, no dejó de extrañar a algunos que el pregón fuera un tanto light. Mostraron su clara preferencia por Gent per Formentera, la base del actual equipo de gobierno con cinco de los siete consellers, pero en algunas cuestiones le dieron a los socialistas, pese a que sus dos consellers son los que conforman una mayoría sólida. Marina Mayans y Raquel González fueron las encargadas de leer el pregón que abarcó cuestiones medio ambientales, crecimiento urbanístico, ampliación del puerto de la Savina y otros temas de actualidad en la isla, aunque algunos de ellos están pendientes de ser solventados.

Antes del pregón tuvo lugar en el Jardí de ses Eres un espectáculo de animación infantil a cargo de Toti Rotger, y a continuación, ya en la plaza de Sant Francesc, una sonada de castanyoles i flaüta con el subsiguiente convit d'orelletes. Posteriormente se inició lo que en sí es la verbena con la actuación del cantautor del Penedès, Cesk Freixas y el concierto protagonizado por s'Albaida, grupo de folk menorquín que repetía en Formentera después de casi una década de ausencia. Tras la lectura del pregón, tuvo lugar una ballada popular para culminar la velada el grupo Mesclat, formación de rock folk que como su nombre indica es una mezcla de orígenes, en su mayoría de países de lengua catalana.

Guillermo Romaní

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