VANESSA DÍAZ

La zona de Ca na Negreta, en la carretera de Santa Eulalia, se ha convertido en los últimos años en uno de los puntos más peligrosos de la isla en cuanto a la circulación respecta.

Lamentablemente, la mayoría de los comerciantes que poseen sus negocios en dicho lugar tienen que presenciar como en la misma puerta de sus establecimientos los accidentes de tráfico se suceden con suma frecuencia, sin que nadie se interese por poner fin a esta situación. «Esto es algo habitual ya. No sé si están esperando a que haya más víctimas para intentar ponerle remedio», comentaba María Luisa Jiménez, una de las comerciantes del lugar, quien hace ahora 15 años sufrió un accidente viario allí mismo del que, por suerte, sólo hubo que lamentar daños materiales.

La estrechez de la carretera, su mal estado o la ausencia de pasos que permitan a los peatones atravesarla sin correr ningún tipo de riesgo son algunos de los puntos a los que la asociación de vecinos de la zona intenta hacer frente. No obstante, el estado de la vía no es lo único que contribuye a que se produzcan numerosos siniestros sino que es el poco cuidado que demuestran los conductores lo que propicia que éstos se produzcan: «La gente tiene que ser más consciente para que no haya incidentes porque la mayoría de ellos están provocados por sus propias infracciones», explicaba Marcos Rumbo, quien desde el bar en el que trabaja asegura haber presenciado ya un gran número de accidentes que no sólo tienen que ver con colisiones entre turismos sino con atropellos de personas. Esto se debe a la fluidez del tráfico en la zona y a que los viandantes no disponen de pasos elevados o semáforos que faciliten cruzar la vía: «Me da pavor cruzar y por eso doy siempre mil vueltas antes de hacerlo por medio de la carretera. Puedes estar esperando 20 minutos a que alguien te deje pasar», comentaba María Luisa, quien todavía mantiene la esperanza de que algún día se ponga fin a dicha situación que, tal y como asegura, viene viviendo desde hace 38 años.